La vereda de los sueños



¡La Gran Aventura de la Vereda Constructora! Había una vez un grupo de alumnos muy especiales, del sexto año de la escuela, que estaban estudiando para convertirse en Maestros Mayores de Obras. Su maestro, el Sr.

Martín, les propuso un desafío emocionante: construir una vereda en la escuela. Los niños se entusiasmaron con la idea y comenzaron a planificar y proyectar cómo sería su vereda perfecta.

Decidieron que querían algo especial, algo que hiciera brillar a su escuela y llenara de alegría a todos los que pasaran por allí. Pero no todo fue fácil. Conseguir los materiales necesarios para construir la vereda resultó ser una tarea ardua. El Sr.

Martín hizo muchas gestiones y logró conseguir donaciones de ladrillos, cemento y herramientas. Sin embargo, algunos niños se desanimaron al pensar en el trabajo duro que les esperaba. El Sr.

Martín sabía que debía incentivarlos y mantenerlos motivados, así que organizó una reunión especial donde invitó a un ingeniero civil muy exitoso llamado Pablo. Pablo les contó sobre sus experiencias como constructor y les mostró fotografías de las increíbles obras que había realizado.

"Chicos" , dijo Pablo con entusiasmo, "cada vez que construyen algo están dejando su huella en el mundo. Imaginen lo orgullosos que se sentirán cuando vean terminada esta hermosa vereda". Las palabras del ingeniero calaron hondo en los corazones de los niños.

Se dieron cuenta de lo importante e impactante que podía ser su trabajo como constructores. Decidieron ponerse manos a la obra y trabajar juntos para hacer realidad su proyecto. Durante semanas, los niños trabajaron con entusiasmo y dedicación en la construcción de la vereda.

Cada uno tenía una tarea específica y se ayudaban mutuamente cuando surgían dificultades. Juntos, lograron levantar los ladrillos, mezclar el cemento y nivelar perfectamente cada parte de la vereda.

Finalmente, llegó el día esperado: ¡la vereda estaba terminada! Los niños estaban emocionados al ver el resultado de su arduo trabajo. Se sentían orgullosos de haber logrado construir algo tan importante para su escuela.

Pero justo cuando estaban celebrando su éxito, comenzó a oscurecerse el cielo y se desató un diluvio acompañado de granizo. Los niños quedaron sorprendidos e indefensos bajo esa tormenta inesperada. El Sr. Martín no perdió la calma y reunió a todos los niños en un lugar seguro dentro del colegio.

Mientras esperaban que pasara la tormenta, les contó una historia inspiradora sobre cómo las adversidades pueden convertirse en oportunidades. —"Chicos" , dijo el Sr.

Martín con voz serena, "esta tormenta nos enseña que aunque hayamos terminado nuestra vereda, siempre habrá obstáculos en nuestro camino. Pero lo importante es mantenernos unidos y encontrar soluciones creativas". Después de unas horas, la lluvia cesó y salió el sol nuevamente.

Los niños pudieron salir a admirar su obra nuevamente sin daños significativos por parte del granizo. Esa experiencia les enseñó una valiosa lección: no importa cuántos obstáculos se presenten, siempre hay una forma de superarlos. Además, aprendieron que el trabajo en equipo y la perseverancia son fundamentales para lograr grandes cosas.

La vereda construida por esos valientes niños se convirtió en un símbolo de su esfuerzo y dedicación. Cada vez que caminaban sobre ella, recordaban con orgullo todo lo que habían logrado juntos.

Y así, la historia de la Gran Aventura de la Vereda Constructora quedó grabada en los corazones de esos niños para siempre, inspirándolos a seguir construyendo un futuro brillante lleno de metas alcanzadas y sueños cumplidos.

FIN.

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