La Vida de Moisés, el Gigoló
Había una vez un joven llamado Moisés que vivía en un pequeño pueblo. Era un joven muy carismático y atractivo, y por eso se había ganado la fama de ser un gigoló.
Un día, conoció a una anciana llamada Doña Rosa, que tenía mucho dinero y también un gran corazón. La mujer le ofreció una vida cómoda a cambio de compañía, y Moisés, tentado por la idea de vivir sin preocupaciones, aceptó.
Los días en casa de Doña Rosa eran divertidos; hacían paseos, tomaban té de tarde y se reían juntos. Ella le decía emocionada, "Moisés, eres el mejor compañero que he tenido en años"-.
Moisés disfrutaba de cada momento, pero, en el fondo, había una voz que le decía que algo no estaba bien.
Un buen día, mientras paseaba por el parque, se encontró con su esposa, Luisa. Ella lo miró con tristeza y le preguntó, "¿Por qué te alejas de mí, Moisés?"-.
Su corazón se volvió pesado, y fue en ese instante que comprendió que la vida fácil no era la verdadera felicidad. Moisés decidió hablar con Doña Rosa y, con mucha educación, le expresó su arrepentimiento. "Gracias por todo, Doña Rosa, pero debo volver con mi esposa.
He aprendido que el amor verdadero no tiene precio"-. Doña Rosa, aunque triste, le deseó lo mejor y le dijo, "Siempre serás un joven especial, Moisés"-.
Desde aquel momento, Moisés se comprometió a construir una vida auténtica y llena de amor junto a Luisa, dejando atrás el sueño de la vida fácil.
FIN.