Lali y su nuevo amigo

Lali era una niña muy especial, siempre estaba llena de energía y no podía estar quieta por mucho tiempo.

A pesar de que sus padres intentaban distraerla con juegos y actividades, ella se aburría rápidamente y buscaba algo nuevo que hacer. Un día, Lali decidió salir a explorar el bosque cercano a su casa. Mientras caminaba entre los árboles, encontró un pequeño animalito atrapado en una rama.

Lali no lo pensó dos veces y lo ayudó a liberarse. "¡Hola amiguito! ¿Estás bien?", preguntó Lali al animalito mientras lo tomaba en sus manos. El animalito parecía estar muy feliz de haber sido rescatado por la pequeña niña hiperactiva.

Juntos siguieron explorando el bosque y descubrieron cosas maravillosas como flores coloridas, insectos interesantes y aves cantoras. "¡Mira esa mariposa tan bonita!", exclamó Lali mientras señalaba hacia arriba. "Sí, es hermosa", respondió el animalito desde su lugar en los brazos de la niña.

De repente, escucharon un sonido extraño proveniente del otro lado del bosque. Curiosos como eran, decidieron investigar qué era ese ruido misterioso.

Al llegar al lugar donde se originaba el ruido, encontraron un grupo de niños construyendo un fuerte con ramas y hojas secas. Los niños les dieron la bienvenida a Lali y su amigo animalito e invitaron a jugar con ellos.

Lali nunca antes había jugado con otros niños fuera del jardín infantil donde asistía, pero se sintió muy cómoda con sus nuevos amigos. Juntos construyeron un fuerte gigante y se divirtieron jugando a las escondidas y a la pelota. "¡Este ha sido el día más divertido de mi vida!", exclamó Lali mientras se despedía de sus nuevos amigos.

"Me alegra que te hayas divertido tanto", respondió el animalito sonriendo. Desde ese día en adelante, Lali aprendió que existían muchas cosas interesantes por descubrir en el mundo y que siempre podía encontrar algo nuevo para hacer.

Aprendió también que los amigos pueden ser encontrados en cualquier lugar y no necesariamente tienen que ser iguales a uno mismo. La pequeña niña hiperactiva nunca volvió a aburrirse como antes, ya que siempre había algo emocionante esperándola allí afuera.