Lalo y la Mina de Oro Oculta

En lo más profundo de las montañas de la provincia de Jujuy, vivía un minero llamado Lalo. Lalo pasaba sus días picando piedras en busca de algún tesoro escondido.

Un día, mientras trabajaba en un nuevo túnel, su pico golpeó algo distinto. Al limpiar el lugar, descubrió algo que brillaba intensamente: ¡una mina de oro! Lalo no podía creer su suerte y corrió a contarle a todos en el pueblo sobre su hallazgo.

-¡Amigos, amigos! ¡He descubierto una mina de oro en el cerro! - gritaba emocionado. Todos se sorprendieron y empezaron a llamarlo 'el minero afortunado'. La noticia llegó a oídos de una empresa minera que quería comprar la mina, pero Lalo se negó.

Él quería ser el dueño y cuidar de su descubrimiento. Decidió aprender todo sobre cómo extraer el oro de forma segura y sostenible, y compartió su conocimiento con los habitantes del pueblo. Juntos, convirtieron la mina en un lugar próspero que beneficiaba a toda la comunidad.

Lalo entendió que el verdadero tesoro no era el oro en sí, sino el valor de compartir y trabajar en equipo para mejorar la vida de todos.