Lara y Comino
Había una vez, en un pequeño pueblo llamado Villa Verde, una mamá llamada Lara que era muy aventurera. Siempre soñaba con viajar por el mundo y conocer lugares maravillosos. Pero había un problema: no tenía auto.
Un día, mientras caminaba por la calle principal del pueblo, vio un cartel que decía: "Se busca conductor para el famoso Rally de los Sueños". El premio era un auto nuevo y la oportunidad de viajar a lugares increíbles.
Sin pensarlo dos veces, Lara decidió participar en el rally. Al llegar al lugar de inscripción, se encontró con otros participantes muy talentosos y experimentados. Había pilotos de carreras profesionales y conductores expertos.
A pesar de sentirse intimidada, Lara sabía que tenía algo especial en su corazón: ¡una gran pasión por los viajes! El primer desafío del rally consistía en una carrera a través del bosque encantado.
Los participantes tenían que encontrar pistas escondidas para llegar al siguiente destino. Con determinación y valentía, Lara comenzó su recorrido. Mientras avanzaba entre los árboles altos y frondosos, escuchó un ruido extraño proveniente de unos arbustos cercanos. Al acercarse, descubrió a Comino, un pequeño mapache muy curioso.
"¡Hola! ¿Necesitas ayuda?", preguntó Comino con entusiasmo. "Sí", respondió Lara sorprendida pero feliz de haber encontrado a alguien dispuesto a ayudarla. Comino resultó ser muy astuto e inteligente.
Juntos lograron resolver las pistas más difíciles y avanzaron rápidamente en la carrera. Cada paso del camino, Lara aprendía algo nuevo de su pequeño amigo. Descubrió que la paciencia y la observación eran clave para resolver problemas y encontrar el camino correcto.
En el último desafío del rally, los participantes debían atravesar un puente colgante sobre un profundo cañón. Lara estaba a punto de rendirse debido a su miedo a las alturas, pero Comino le recordó lo lejos que había llegado y cuánto había aprendido.
"No te rindas ahora", dijo Comino con voz suave pero firme. "Tienes todas las habilidades necesarias para superar esto". Con esas palabras inspiradoras resonando en su mente, Lara cerró los ojos por un momento y respiró profundamente.
Se llenó de valor y dio el primer paso sobre el puente tembloroso. A medida que avanzaba lentamente hacia el otro lado, Lara se dio cuenta de que no solo estaba venciendo sus miedos, sino también cumpliendo su sueño de viajar por el mundo.
No importaba si ganaba o no el rally, lo importante era disfrutar del viaje y aprender de cada experiencia. Finalmente, después de cruzar el puente con éxito, Lara llegó a la línea de meta junto con Comino.
Aunque no ganaron la competencia, recibieron una mención especial por su espíritu aventurero y perseverancia. Después del rally, Lara decidió convertirse en una exploradora profesional. Viajó por todo el mundo compartiendo sus historias emocionantes con niños y niñas como tú.
La historia de Lara nos enseña que nunca debemos subestimar nuestras habilidades ni tener miedo de perseguir nuestros sueños. A veces, solo necesitamos un pequeño empujón y la ayuda de un amigo para descubrir nuestro verdadero potencial.
Y así, Lara y Comino demostraron que con pasión, valentía y amistad, ¡no hay límites para lo que podemos lograr!
FIN.