Lara y el teatro mágico



Había una vez un dinosaurio llamado Lara que vivía en un hermoso bosque. Lara era una dinosaurio muy curiosa y le encantaba explorar su entorno.

Un día, mientras caminaba por el bosque, escuchó música proveniente de un lugar cercano. Intrigada, Lara siguió el sonido hasta llegar a un pequeño teatro donde se estaba llevando a cabo una función. Al entrar al teatro, vio a todos los animales del bosque reunidos disfrutando del espectáculo.

Entre ellos, había un dinosaurio llamado Santiago que destacaba por su talento en la actuación. Lara quedó maravillada con lo que veía y decidió acercarse a Santiago para felicitarlo por su actuación. "-¡Hola! ¡Me encantó tu presentación! Eres increíble", dijo Lara emocionada.

Santiago sonrió y respondió: "-Muchas gracias, me alegra que te haya gustado.

¿Te gustaría ser parte de nuestro próximo espectáculo?"Lara no podía creerlo, ¡ser parte de un espectáculo era algo que siempre había deseado! Sin dudarlo ni un segundo, aceptó la invitación de Santiago y se puso manos a la obra para prepararse. Los días pasaron rápidamente y llegó el momento del gran ensayo general antes del show.

Sin embargo, justo ese día, Santiago se resfrió y no pudo asistir al ensayo. El resto del grupo estaba preocupado porque no sabían qué hacer sin él. Lara sintió empatía por Santiago y decidió tomar acción para ayudar a sus amigos.

Se ofreció como voluntaria para interpretar el papel principal en el ensayo, a pesar de no haber ensayado lo suficiente. Llegó el momento del ensayo y todos estaban nerviosos.

Lara estaba un poco asustada, pero recordó las palabras de aliento de Santiago y se dio cuenta de que debía confiar en sí misma. El telón se levantó y Lara comenzó a actuar. Aunque cometió algunos errores, hizo todo lo posible para mantenerse tranquila y seguir adelante.

Los demás animales quedaron sorprendidos por la actuación valiente y decidida de Lara. Al finalizar la función, todos aplaudieron emocionados y felicitaron a Lara por su gran interpretación. Cuando Santiago se recuperó, se sintió muy orgulloso de su amiga dinosaurio.

Desde ese día, Lara continuó participando en los espectáculos del teatro junto con Santiago y el resto del grupo. Juntos aprendieron la importancia del trabajo en equipo, la superación personal y cómo enfrentar nuevos desafíos con valentía.

La historia de dinosaurio Lara enseña a los niños que no importa cuán grandes o pequeños sean, siempre tienen algo especial que ofrecer al mundo si confían en sí mismos y trabajan duro para lograr sus metas.

Y así fue como el teatro se convirtió en un lugar donde los sueños cobraban vida gracias al talento y la determinación de sus protagonistas.

FIN.

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