Las 2 abejas



Érase una vez en un hermoso jardín lleno de flores de todos los colores, dos abejas llamadas Lila y Buzzy. Lila era una abeja curiosa y llena de energía, mientras que Buzzy era más cauteloso y siempre pensaba dos veces antes de actuar.

-Un día, mientras volaban entre las flores, Lila dijo emocionada: -¡Buzzy, mira cuántas flores hay! Vamos a recolectar néctar y hacer la miel más rica del mundo.

-Está bien, Lila, pero no olvides que tenemos que trabajar en equipo y tener cuidado con los peligros de nuestro alrededor. Siempre hay algo que podría molestarnos, como las aves o el viento fuerte – respondió Buzzy, un poco nervioso.

Lila, entusiasmada, llevó a Buzzy a un rincón del jardín donde las flores eran más grandes y coloridas. -¡Ven! ¡Estas flores son perfectas! – exclamó al observar las coloridas margaritas.

Buzzy dudó un momento, -No sé, Lila. Podría haber algún peligro. – Pero la energía de su amiga era contagiosa. Después de pensarlo un momento, finalmente decidió seguirla.

Las dos abejas comenzaron a recolectar néctar de las flores más grandes. -¡Esto es increíble! – dijo Lila mientras llenaba su panal. Pero de repente, Buzzy exclamó: -¡Cuidado, Lila! ¡Viene una gran ave!

Lila miró hacia arriba y vio de repente una sombra oscura acercándose rápidamente. -¡No puedo dejar que tome nuestro néctar! – dijo Lila, lanzándose hacia la flor para protegerla.

Buzzy se asustó y voló hacia Lila. -¡Es peligroso! ¡Debemos escondernos! - gritó, pero Lila estaba decidida. Se puso frente a la flor, lista para hacer lo necesario.-

-¡Lila, no! – Buzzy se lanzó hacia ella, -¡Siempre hay una opción diferente! ¡Podemos volver más tarde cuando la ave se haya ido!

Lila lo miró y tras un momento de duda, asintió. -¡Está bien, Buzzy! Tienes razón. No vale la pena arriesgarnos – dijo mientras giraban para alejarse, zumbando felices.

Luego de un rato, mientras volaban alrededor del jardín, se dieron cuenta de que había un nuevo grupo de flores muy cerca. -¡Mira, hay más flores! – dijo Buzzy emocionado, señalando un área repleta de violetas.

Lila sonrió. -Este lugar es seguro, vamos a ver.

Mientras se acercaban, notaron que había un arroyo cerca y decidieron descansar un momento. -¡Qué día tan lleno de aventuras! – dijo Lila mientras disfrutaba del dulce néctar.

-¿Sabes, Lila? A veces es bueno tener algo de precaución – reflexionó Buzzy mientras descansaban. – Pero también es divertido ser aventurero. Los dos somos importantes para este equipo.

-¡Exacto! – respondió Lila. – Siempre me empujas a ser más cuidadosa, y yo te animo a ser más valiente. Juntos hacemos un gran trabajo.

Al final del día, mientras llevaban el néctar de regreso a su colmena, se miraron con una sonrisa. -Hoy aprendí que, aunque a veces es importante ser valiente, también lo es saber cuándo detenerse y pensar – dijo Lila.

Y Buzzy respondió: -Y yo aprendí que la aventura es divertida, pero la colaboración hace que todo sea posible.

Desde ese día, las dos abejas siguieron viajando por el jardín, recolectando néctar y haciendo miel, siempre recordando que, juntos, podían enfrentar cualquier desafío que se les presentara. Y así, Lila y Buzzy vivieron felices y llenos de dulces aventuras.

Fin.

FIN.

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