Las Alas de Gloria


Había una vez una niña llamada Gloria, quien era muy curiosa y siempre estaba en busca de aventuras. Un día, mientras acampaba con sus padres, vio una hermosa mariposa volando cerca de su choza.

Gloria se emocionó mucho al verla y decidió seguirla para descubrir a dónde la llevaría. La mariposa volaba rápidamente entre los árboles y Gloria la siguió sin perderla de vista. Finalmente, llegaron a un río cristalino rodeado de vegetación exuberante.

Sin embargo, al acercarse más al río, Gloria notó que algo no estaba bien. El agua tenía un color oscuro y emanaba un olor desagradable.

Aunque sabía que no debía entrar en contacto con el agua contaminada, su curiosidad pudo más y decidió acercarse para investigar. Sin darse cuenta, Gloria tropezó y cayó dentro del río contaminado. Bebió un poco de agua antes de poder salir rápidamente del lugar.

Preocupada por lo que había ocurrido, regresó a su choza junto a sus padres. Meses después, Gloria comenzó a sentirse mal. Su piel se tornaba rojiza e irritada y tenía dolores constantes en todo su cuerpo.

Sus padres la llevaron al médico y tras varios estudios recibieron una triste noticia: Gloria había desarrollado cáncer de piel debido a haber bebido agua contaminada en aquel río. La noticia fue devastadora para todos, pero Gloria no bajó los brazos.

A pesar del dolor físico y las dificultades que enfrentaba cada día debido a su enfermedad, decidió transformar su experiencia en algo positivo. Comenzó a investigar sobre el cuidado del medio ambiente y aprendió sobre la importancia de mantener los ríos y las fuentes de agua limpias.

Gloria se convirtió en una activista, promoviendo la conciencia ambiental entre sus amigos y vecinos. Un día, mientras realizaba una campaña para limpiar un río cercano, Gloria encontró una mariposa similar a aquella que la había llevado al río contaminado.

La mariposa parecía estar feliz revoloteando entre las flores y eso llenó a Gloria de alegría. "¡Mira mamá! ¡Es como la mariposa que me llevó al río! Estoy segura de que quiere decirme algo importante", exclamó emocionada.

Gloria tomó esto como una señal de esperanza y continuó luchando por el cuidado del medio ambiente. Su voz se hizo escuchar en su comunidad y pronto más personas se unieron a su causa.

Gracias al esfuerzo constante de Gloria y su compromiso con el planeta, lograron recuperar aquel río contaminado. El agua volvió a ser cristalina y pura, permitiendo que la vida prosperara nuevamente. La historia de Gloria inspiró a muchas personas, especialmente a los niños.

Aprendieron sobre la importancia de proteger nuestro entorno natural para evitar consecuencias negativas como enfermedades o daños irreparables en nuestros cuerpos. Gloria dejó un legado invaluable antes de partir.

Su valentía y determinación demostraron que todos podemos hacer una diferencia si nos comprometemos con causas importantes para nosotros y para el mundo en el que vivimos.

Y así, la historia de Gloria se convirtió en un recordatorio constante de que cada uno de nosotros tiene el poder de cambiar y mejorar nuestro entorno, incluso a través de las adversidades más difíciles.

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