Las alas de Lalo



Había una vez un pequeño lagarto llamado Lalo que vivía en el bosque. A diferencia de los demás lagartos, Lalo tenía un gran sueño: quería volar como las aves.

Un día, mientras observaba a los pájaros volando libremente por el cielo, decidió que no descansaría hasta lograr su objetivo. Así que comenzó a buscar la forma de hacerlo realidad. Lalo intentó saltar desde lo alto de los árboles para planear, pero siempre caía al suelo.

También intentó construir alas con hojas y ramitas, pero eran demasiado pesadas y no le permitían despegar del suelo. Desanimado, Lalo estaba a punto de renunciar cuando conoció a una vieja tortuga sabia llamada Tita.

Ésta le dijo: "No te rindas tan fácilmente, joven lagarto. Si realmente quieres algo en la vida, tienes que trabajar duro para conseguirlo". Lalo siguió el consejo de Tita y continuó buscando formas de volar.

Un día encontró una cometa abandonada en el bosque y tuvo una idea brillante: podría usarla para elevarse por encima del suelo. Con mucho esfuerzo y dedicación, Lalo aprendió a manejar la cometa hasta convertirse en todo un experto.

Pronto se convirtió en uno de los espectáculos más impresionantes del bosque al verlo surcar por el cielo. Pero justo cuando creyó haber alcanzado su sueño más grande, un fuerte viento arrastró la cometa hacia arriba sin control alguno y dejando atrapado a Lalo entre sus cuerdas.

"¡Ayuda! ¡No puedo soltarme!"- gritaba Lalo desesperado desde lo alto de los árboles. Por suerte, Tita estaba cerca y escuchó sus gritos.

Con astucia y habilidad, logró liberar a Lalo de las cuerdas atrapantes de la cometa y llevarlo sanamente al suelo. "Gracias, Tita. Creo que ya no quiero volar más"- dijo Lalo con lágrimas en los ojos. "No te preocupes por eso, joven lagarto. Lo importante es que nunca dejaste de perseguir tus sueños.

Ahora sabes que hay muchas formas diferentes de alcanzarlos y has aprendido una lección valiosa: siempre debemos tener cuidado con el camino que elegimos para llegar a nuestro destino".

Lalo se sintió feliz al saber que había dejado una huella en el bosque y decidió compartir su experiencia con otros animales jóvenes del bosque para inspirarlos a perseguir sus propios sueños. Y así fue como se convirtió en un gran ejemplo para todos ellos.

Desde aquel día, Lalo supo que aunque no podía volar como las aves, podía alcanzar grandes alturas si trabajaba duro y creía en sí mismo.

FIN.

Dirección del Cuentito copiada!