Las alas de Mimi



que tenían alas más comunes y corrientes. Un día, mientras volaba por el bosque, Mimi se encontró con su amiga Lola, una abeja muy simpática. Lola notó que Mimi estaba triste y le preguntó qué le sucedía.

"Lola, no me gusta ser diferente. Siempre me comparo con las otras mariposas y siento que no encajo", suspiró Mimi. Lola la miró con ternura y le dijo: "Mimi, tus alas son únicas y eso es lo que te hace especial.

No tienes por qué ser como las demás mariposas. Deberías estar orgullosa de tu apariencia". Aunque Mimi quería creer a Lola, seguía insegura sobre sí misma.

Decidió buscar consejo de alguien sabio del bosque para resolver sus dudas. Se dirigió al viejo árbol del centro del bosque, donde vivía Don Sabio, un búho sabio y respetado por todos los animales del lugar.

El búho tenía una gran experiencia en dar consejos y ayudar a los demás. Mientras Mimi se acercaba al árbol, vio a un grupo de mariposas reunidas alrededor de Don Sabio. Se sintió aún más nerviosa pero decidió esperar pacientemente su turno.

Cuando llegó su momento, Mimi explicó todo lo que sentía: cómo se comparaba constantemente con las otras mariposas y cómo deseaba tener alas —"normales" . Don Sabio escuchó atentamente a Mimi y luego respondió: "Querida Mimi, cada uno de nosotros es único en este mundo.

Las diferencias nos hacen especiales y nos dan la oportunidad de brillar. En lugar de compararte con los demás, aprende a amarte tal como eres". Mimi asintió, comprendiendo las palabras del sabio búho.

Decidió aceptarse a sí misma y comenzar a valorar su belleza única. A partir de ese día, Mimi dejó de compararse con las otras mariposas y empezó a disfrutar de su singularidad. Se dio cuenta de que sus alas brillantes alegraban a todos los animales del bosque.

Un día soleado, mientras volaba entre las flores del prado, Mimi se encontró con una mariposa triste llamada Bella. Bella se sentía insegura porque tenía unas alas muy pequeñas y no podía volar tan alto como las demás.

Mimi recordó lo que había aprendido y decidió ayudar a Bella en lugar de sentirse superior o juzgarla. Juntas practicaron técnicas para fortalecer las alas de Bella y pronto pudo volar más alto que nunca.

Bella estaba emocionada y le dijo a Mimi: "Gracias por tu amabilidad y apoyo. Me has enseñado que nuestras diferencias son valiosas". Desde ese día, Mimi se convirtió en una defensora de la diversidad en el bosque.

Animaba a todos los animales a aceptarse tal como eran y celebraba sus características únicas. La noticia sobre Mimi se extendió rápidamente por el bosque y más animales comenzaron a apreciar sus propias peculiaridades. El bosque se llenó de alegría y aceptación.

Y así, gracias al coraje y la compasión de una pequeña mariposa llamada Mimi, el bosque se convirtió en un lugar donde todos los animales se amaban y respetaban unos a otros, sin importar sus diferencias.

Y colorín colorado, esta historia de aceptación y amor ha terminado.

FIN.

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