Las Alas de Paula


Había una vez en un pequeño pueblo llamado San Antonio de los Árboles, una niña llamada Paula. Era una niña muy curiosa y soñadora, siempre buscando aventuras y misterios por descubrir.

Un día, mientras jugaba en el bosque cerca de su casa, encontró una pequeña caja dorada. Al abrirla, se sorprendió al encontrar dentro un par de alas blancas con detalles plateados. Sin pensarlo dos veces, las colocó en su espalda y comenzó a correr para probarlas.

De repente sintió que algo extraño estaba sucediendo: sus pies no tocaban el suelo y comenzaba a elevarse hacia el cielo. Se emocionó tanto que empezó a dar vueltas y más vueltas sin control hasta que perdió la conciencia.

Cuando despertó estaba sobre un árbol gigantesco en medio del bosque. Asustada e inquieta trató de recordar cómo había llegado allí pero no pudo hacerlo.

Fue entonces cuando apareció frente a ella un ave majestuosa que le hablaba:- ¡Hola Paula! Me llamo Kiki, soy la reina del bosque ¿Cómo estás? - Hola Kiki -respondió Paula-. Estoy bien pero no sé cómo llegué aquí.

- Te encontré desmayada después de tu primer vuelo con tus nuevas alas -le explicó Kiki-. Pero ahora debes tener cuidado porque las alas solo funcionan si tienes fe y confianza en ti misma. Paula entendió lo que Kiki quería decirle así que decidió practicar cada día para mejorar sus habilidades voladoras.

Poco tiempo después, mientras volaba por el bosque, escuchó un grito de ayuda. Al acercarse, vio a un pequeño zorro atrapado en una trampa que había sido colocada por los cazadores furtivos del pueblo.

Paula sabía que no podía dejar al pobre animal allí así que decidió utilizar sus alas para llevarlo hasta su casa y curarlo. Pero cuando llegaron, se dio cuenta de que necesitaba la ayuda de alguien más para liberar al zorro de la trampa.

- ¡Mamá! -gritó Paula-. ¡Ven rápido! Necesito tu ayuda para salvar a este pequeño amigo! La mamá de Paula llegó corriendo y juntos lograron quitar la trampa del pie del zorro.

Después de cuidarlo durante unos días, el zorro estaba listo para volver a su hogar en el bosque. A partir de ese momento, Paula se convirtió en una heroína local y todos los animales del bosque conocían su valentía y bondad.

Con sus alas mágicas siempre lista para ayudar a quien lo necesite. Y así fue como Paula aprendió la importancia de tener confianza en sí misma y cómo ayudar a los demás puede hacerte sentir muy bien contigo mismo.

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