Las Ardillas Solidarias



Había una vez en un bosque encantado tres ardillas muy traviesas y curiosas: Panchito, Pancho y Panchita.

Desde que salían de su madriguera al amanecer, no paraban de correr por los árboles, saltando de rama en rama y explorando cada rincón del bosque. Un día soleado, mientras jugaban a las escondidas, escucharon un ruido extraño proveniente del claro del bosque. Intrigados, decidieron acercarse para descubrir qué era ese misterioso sonido.

Al llegar al claro, encontraron a una familia de conejos intentando construir su madriguera. Los conejitos estaban teniendo dificultades para cavar el agujero en la tierra y parecían cansados y desanimados.

Panchito, siempre el más valiente del grupo, se acercó a los conejitos y les preguntó:- ¿Necesitan ayuda? Los conejitos asintieron con tristeza, aceptando la ayuda de las ardillas curiosas. Pancho y Panchita se unieron a Panchito y juntos trabajaron duro cavando la tierra con sus pequeñas patitas ágiles.

Pronto lograron terminar la madriguera para los conejitos que estaban muy agradecidos. - ¡Muchas gracias por ayudarnos! -dijeron los conejitos emocionados-. No sabemos cómo habríamos terminado esto sin su valiosa ayuda. Las ardillas sonrieron satisfechas por haber podido ayudar a otros habitantes del bosque.

Esa noche, mientras miraban las estrellas brillar en el cielo oscuro, reflexionaron sobre lo importante que era ser solidarios y estar dispuestos a tender una pata amiga cuando alguien lo necesitaba.

A partir de ese día, Panchito, Pancho y Panchita se convirtieron en los guardianes del bosque, siempre dispuestos a ayudar a quienes lo necesitaran.

Su fama como los amigos más leales se extendió por todo el lugar e incluso llegaron rumores de que los duendes y hadas del bosque querían conocerlos personalmente para darles las gracias por su noble labor.

Y así fue como las tres ardillas traviesas aprendieron que la verdadera aventura no está solo en correr por el bosque o saltar de rama en rama; sino también en cuidar unos de otros y hacer del mundo un lugar mejor con pequeños gestos de bondad y generosidad.

FIN.

Dirección del Cuentito copiada!