Las Ardillitas y el Dulce Encantado



Había una vez en el bosque encantado de Villa Ardilla, tres amigas ardillitas llamadas Rosita, Pelusa y Chispa. Ellas eran inseparables, siempre jugaban juntas y se cuidaban mutuamente.

Un día, mientras recogían bellotas para preparar su fiesta anual de otoño, un lobo astuto llamado Rugido se les acercó con una sonrisa en el rostro. Las ardillitas sintieron miedo al principio, ya que sabían que los lobos solían ser peligrosos en el bosque.

"¡Hola queridas ardillitas! ¿Cómo están hoy?", preguntó Rugido con voz suave. Rosita, la más valiente del grupo, respondió: "Estamos bien señor Lobo. ¿En qué podemos ayudarlo?"Rugido sacó de su bolsillo un dulce brillante y les dijo: "Les traigo este dulce mágico como regalo.

Es especial y les dará mucha energía para jugar aún más. "Las ardillitas se miraron entre sí con emoción y aceptaron el dulce sin dudarlo.

Sin embargo, Pelusa tenía un presentimiento extraño en su corazón y decidió esconderlo en su bolsillo sin probarlo. Esa misma noche, durante la fiesta de otoño, las tres ardillitas comenzaron a sentirse débiles y mareadas después de comer el dulce entregado por Rugido.

Fue entonces cuando Pelusa recordó su presentimiento y decidió contarles a sus amigas lo que había hecho. "Chicas, creo que ese dulce no era lo que parecía ser. Lo guardé porque algo me decía que no era seguro", explicó Pelusa preocupada.

Las otras dos ardillitas se asustaron al escuchar esto e inmediatamente buscaron ayuda de la sabia lechuza del bosque. La lechuza confirmó sus sospechas: el dulce estaba hecho con ingredientes peligrosos que ponían en riesgo la salud de las pequeñas ardillas.

Con valentía y trabajo en equipo, las tres amigas lograron recuperarse lentamente gracias a los remedios naturales recomendados por la lechuza.

Al día siguiente confrontaron a Rugido sobre su malvado plan y lo expulsaron del bosque para mantener a salvo a todos los habitantes de Villa Ardilla. Desde ese día en adelante, Rosita, Pelusa y Chispa aprendieron la importancia de no dejarse engañar por apariencias bonitas y siempre confiar en sus instintos antes de tomar decisiones importantes.

Juntas vivieron muchas aventuras más pero ninguna tan peligrosa como aquella provocada por el lobo tramposo. Y así termina nuestra historia infantil sobre tres valientes ardillitas que enfrentaron un desafío gracias a su astucia y amistad inquebrantable.

FIN.

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