Las Aventura de Anita la Abeja



En un hermoso jardín lleno de flores de todos los colores, vivía una abeja llamada Anita. Era una abeja curiosa y soñadora, siempre explorando el mundo que la rodeaba. Un día mientras volaba, se encontró con un grupo de abejas que hablaban muy emocionadas.

"¡Anita! ¡Anita! ¡Tenés que venir! ¡Están organizando una gran fiesta en la colmena!" - exclamó Beto, su mejor amigo.

"¡Una fiesta! ¡Suena genial!" - respondió Anita con una sonrisa. "¿Sabés de qué se trata?"

"¡Claro! ¡Habrá danzas, juegos y la reina estará presente!" - dijo otra abeja, Lila.

Anita no podía esperar. Pero cuando llegó a la fiesta, se dio cuenta de que había muchas abejas y que toda la atención estaba puesta en la reina.

Al principio, Anita se sintió un poco insegura.

"- ¿Cómo puedo ser especial entre tantas?" - susurró para sí misma.

Pero de repente, la reina la llamó.

"¡Anita!" - dijo la reina. "He oído de tus aventuras. Ven aquí y cuéntanos sobre tus viajes".

Anita sintió un cosquilleo en su estómago y, con un poco de nerviosismo, comenzó a contar su historia. Habló sobre cómo había visto una flor que nunca había visto antes, sobre un arcoíris que apareció en el cielo justo después de la lluvia y sobre cómo había logrado ayudar a una mariquita a encontrar su hogar.

Las abejas estaban fascinadas.

"- ¡Qué increíbles historias!" - exclamó Lila. "Deberías ser nuestra narradora oficial."

Pero en medio de la fiesta, un enemigo apareció. Un enorme avispón se acercaba volando rápido, mirando con ojos hambrientos a las abejas.

"- ¡Rápido, todas a la colmena!" - gritó Beto. "¡El avispón viene a robarnos la miel!"

Anita sintió miedo, pero también sabía que debía ser valiente.

"- Esperen, algo debemos hacer. No podemos dejar que nos asuste" - propuso Anita al grupo.

"- ¿Qué podemos hacer? ¡Es demasiado grande!" - dijo Lila, temblando.

"- Si unimos nuestras fuerzas, tal vez podamos espantarlo juntas. ¡A volar!" - gritó Anita.

Las abejas, siguiendo el valiente ejemplo de Anita, formaron un gran círculo en el aire, zumbando con fuerza y creando una nube de caos que confundió al avispón.

"- ¡Vuelvan! ¡No se rindan!" - animaba Anita.

Finalmente, el avispón, desorientado y aturdido, decidió que era mejor irse y se alejó de la colmena.

Las abejas vitorearon triunfantes.

"- ¡Lo logramos!" - gritó Beto.

La reina se acercó a Anita, y con una sonrisa le dijo:

"- Gracias, Anita. Tu valentía ha salvado a la colmena. Eres especial y no necesitas ser como las demás. Cada una de nosotras tiene su propia luz. ¡Feliz fiesta!"

Desde aquel día, Anita no solo fue reconocida como la mejor narradora de historias, sino que también se convirtió en la abeja más valiente de la colmena.

Y así, en un bello jardín lleno de flores, Anita continuó explorando el mundo, creando muchas más historias y demostrando que ser uno mismo es lo más valioso de todo. Las abejas aprendieron que la amistad, la valentía y la colaboración son el néctar de la vida. Y siempre recordaron que, aunque sean pequeñas, juntos pueden lograr cosas grandes.

El jardín floreció aún más con sus risas y aventuras, dejando una hermosa estela de amistad y valentía.

FIN.

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