Las Aventura de las Herramientas en el Jardín Mágico
En un jardín colorido, donde las flores lucían sus más bellos colores y los árboles danzaban suavemente con la brisa, un grupo de herramientas se aventuraba por el sendero de tierra. Eran un rastrillo, una pala, una tijera de podar y un regador. Aunque eran herramientas, tenían personalidad y estaban llenas de curiosidad.
" - ¡Miren el cielo, qué azul! - exclamó el rastrillo, mientras contemplaba las nubes blancas que pasaban volando.
" - Y esas flores son preciosas, ¿no? - agregó la pala, señalando a un grupo de girasoles que se giraban hacia el sol.
" - Sí, pero tenemos que encontrar algo especial, ¡algo mágico! - respondió la tijera de podar, emocionada y lista para la aventura.
" - ¿Mágico? ¿Qué puede ser? - cuestionó el regador, siempre práctico.
" - Dicen que en este jardín hay una fuente que otorga un deseo a quien le haga una pregunta honesta. - reveló la tijera de podar, sus ojos brillando con entusiasmo.
" - ¡Eso suena genial! - dijo el rastrillo, balanceándose de entusiasmo.
Así que las herramientas decidieron dirigirse a la fuente. Caminaban y hablaban sobre lo que podrían desear. La pala quería desear una manita que la ayudara a trabajar, mientras que el regador soñaba con tener un estanque lleno de peces.
A medida que avanzaban, tuvieron que sortear algunos obstáculos. Primero encontraron un arbusto lleno de espinas.
" - ¡Ay, qué dolor! - gritó el rastrillo cuando una espina lo pinchó.
" - Hay que ser cuidadosos y trabajar en equipo. - aconsejó la tijera de podar. - Yo te ayudaré a sacar esas espinas, ¡de a poco!
Y así lo hicieron, con cuidado, hasta que el rastrillo pudo seguir adelante.
Después de un buen rato, finalmente llegaron a la fuente. Era hermosa, con agua cristalina que chispeaba bajo el sol.
" - ¡Aquí está! - exclamó la pala, emocionada. - ¿Cuál es nuestra pregunta?" - Debería ser algo colectivo - dijo el regador, que siempre pensaba en el equipo. - ¿Qué tal si preguntamos cómo podemos hacer de este jardín un lugar aún mejor?
Las herramientas estuvieron de acuerdo. Juntas se acercaron a la fuente y se pusieron en círculo.
" - Oh, fuente mágica - comenzó el rastrillo con su voz nerviosa. - ¿Cómo podemos hacer de este jardín un lugar aún mejor?
De repente, el agua de la fuente comenzó a brillar y una suave voz emergió de ella.
" - Queridas herramientas, para mejorar el jardín deben plantar la semilla de la amistad.
" - ¿La semilla de la amistad? - preguntó la tijera, confundida.
" - Sí, cuando trabajen juntas y se ayuden mutuamente, el jardín florecerá aún más. - respondió la voz.
Las herramientas se miraron entre sí, comprendiendo lo que debían hacer.
" - ¡Tenemos que pedir ayuda a los insectos! - sugirió la pala de repente.
" - ¡Esa es una gran idea! Así podremos hacer un jardín más hermoso y vivir en armonía - dijo el rastrillo, ansioso por empezar.
Así, las herramientas recibieron la ayuda de sus amigos insectos. La tijera de podar se encargó de organizar todo, mientras que el rastrillo ayudaba a todos a encontrar el lugar perfecto para trabajar.
Con el tiempo, el jardín se volvió un lugar de alegría, donde herramientas e insectos podían compartir y ayudar al crecimiento de las plantas.
" - Miren lo que hemos logrado juntos. - dijo el regador, orgulloso del hermoso jardín que habían creado.
" - ¡La amistad realmente hace maravillas! - acotó la tijera de podar, sonriendo al ver todo lo que habían conseguido en equipo.
Y así, el jardín brillaba más que nunca, lleno de vida, color y, sobre todo, amistad. Las herramientas aprendieron que juntos podían lograr cosas increíbles, y que la magia no siempre viene de fuentes de agua, sino del corazón y la colaboración.
Desde entonces, cada vez que miraban la fuente, recordaban con gratitud la lección que habían aprendido: la verdadera magia ocurre cuando trabajamos juntos.
FIN.