Las Aventura de las Vocales



Había una vez, en el mágico país de las Vocalandias, cinco amigos que vivían en un brillante arcoíris. Eran las vocales: A, E, I, O y U. Cada una tenía su propia personalidad, pero a pesar de ser diferentes, siempre estaban unidas.

Un día, mientras jugaban en el parque de las Palabras, A dijo emocionada:

"¡Hoy es un día perfecto para hacer una gran aventura!"

"¿Qué te gustaría hacer, A?" preguntó E, que siempre estaba lista para aprender algo nuevo.

"Podríamos visitar el Castillo de las Consonantes. He oído que hay un tesoro escondido en su interior", propuso A.

"Pero, ¿cómo llegaremos allí?" preguntó I, con su voz suave y melodiosa.

"Con nuestro poder de formar palabras, ¡podemos volar!" exclamó O, que siempre tenía la cabeza en las nubes.

Por lo tanto, se unieron en una única voz, formando la palabra —"VOLAR" , y de repente, comenzaron a levitar en el aire. Juntas, volaron sobre los campos de las Sílabas y cruzaron el puente de los Verbos. El paisaje era espléndido y lleno de colores.

Sin embargo, de repente, una ráfaga de viento sopló con fuerza, y el grupo se desorientó.

"¡Ay, no! ¿Dónde está el camino?" gritó U, asustada.

A, que siempre era la más valiente, respondió:

"No se preocupen, amigas. ¡Recordemos cómo llegamos aquí! Necesitamos formar una nueva palabra con todas nosotras. ¡Vamos a pensar!"

Después de unos momentos de reflexión, E sugirió:

"Podríamos formar la palabra 'VALOR'. Con eso, ¡seguro que encontramos el camino!"

Y así lo hicieron: unieron sus voces y crearon ‘VALOR’. Una luz brillante apareció, mostrando el camino hacia el castillo. Al llegar, encontraron un gran portón, custodiado por un guardián llamado Consonante.

"¿Quién osa entrar en el castillo de las Consonantes?" preguntó Consonante, con una voz profunda.

"¡Nosotras somos las Vocales! Venimos en busca de la aventura y un tesoro que hemos escuchado que hay aquí!" respondió A con determinación.

Consonante se cruzó de brazos y dijo:

"Para pasar, deben demostrar que saben formar palabras con nosotros, las Consonantes. ¡Muéstrenme lo que tienen!"

Las vocales se miraron entre sí, emocionadas y ligeras de corazón. I fue la primera en decir:

"¡Podemos formar la palabra ‘CANTAR’!"

"Muy bien, y ustedes, ¿qué más pueden hacer?" desafiaba Consonante.

"¡Yo tengo una! ‘JUGAR’", exclamó U, sonriendo.

- “¡Yo tengo otra! ‘Bailar’, dijo E.

- “¡Y yo! ‘VOLAR’, volvió a gritar A.

Con cada palabra que formaban, el guardián se sonreía más y más. Finalmente, viendo su esfuerzo y amistad, Consonante dijo:

"Han pasado la prueba. ¡Se las dejo pasar!"

Al entrar al castillo, encontraron una sala llena de letras brillantes. En el centro había un cofre dorado que, al abrirlo, reveló un libro titulado “El Poder de las Palabras”.

"¡Es el verdadero tesoro!" dijo O, con asombro.

El libro contenía historias, juegos y secretos para formar palabras nuevas. A, E, I, O, y U se miraron felices y decidieron que su tesoro sería compartirlo con todos en Vocalandia.

Desde ese día, las Vocales y Consonantes trabajaron juntas, enseñando a todos sobre el poder de las palabras. Juntos fueron creando cuentos e historias, y gracias a ello, el mundo de Vocalandias se llenó de magia y alegría.

Y así, las Vocales aprendieron que la amistad y la colaboración podían llevarlas a vivir las más grandes aventuras, porque palabras pueden cambiar todo.

FIN.

Dirección del Cuentito copiada!