Las Aventura de Lila y el Río Escondido
Era un hermoso día de primavera en Argentina. Lila, una niña curiosa y valiente, decidió explorar el mágico paisaje de su país. Con la mochila llena de provisiones y su inseparable mapa, salió en busca de una aventura.
"Hoy quiero descubrir algo asombroso, algo que nunca haya visto antes!" - exclamó Lila mientras caminaba por el sendero entre las montañas.
La brisa suave le traía el susurro de los árboles y el canto de las aves. De repente, se encontró con su amigo Pablo, el zorro sabio del bosque.
"¡Hola, Lila! ¿A dónde te llevas hoy?" - preguntó Pablo.
"Quiero encontrar el famoso Río Escondido que todos mencionan. Dicen que tiene las cascadas más hermosas del país!" - respondió Lila emocionada.
"Eso suena increíble. Pero ten cuidado, el camino puede ser un poco complicado. Puedo acompañarte si quieres!" - ofreció Pablo, moviendo su cola de un lado a otro.
"¡Sí, por favor!" - dijo Lila mientras sonreía.
Juntos, comenzaron a atravesar el sendero que los llevaría a la montaña más alta donde, según la leyenda, se encontraba el río mágico. A medida que avanzaban, se toparon con un hermoso prado lleno de flores de colores vivos.
"Mirá cuántas flores!" - dijo Lila "¿Sabés, Pablo? Cada flor es como una gota de agua que se convierte en brisa y alegría."
"Claro, Lila! Así como los acuíferos que dan vida a los ríos y mares. El agua es fundamental para todos nosotros!" - explicó Pablo con sabiduría.
Después de un largo camino, llegaron a un acantilado. Desde allí, podían ver una hermosa cascada que caía con fuerza, formando un arcoíris en el aire.
"¡Lo logramos! ¡Mirá qué hermoso!" - gritó Lila, corriendo hacia la orilla.
Pero al llegar, se dieron cuenta de que el agua no fluía como se esperaba. Había muchas hojas y ramas atascadas.
"Parece que el río necesita nuestra ayuda, Pablo!" - dijo Lila preocupada.
"Sí, creo que lo está pidiendo a gritos. Pero no podemos hacerlo solos. Deberíamos llamar a nuestros amigos del bosque!" - sugirió Pablo.
Así que Lila y Pablo decidieron volver a llamar a todos los habitantes del bosque. Pronto, llegaron el búho Oscar, las ardillas Ana y Tito, y hasta la tortuga Mara, que siempre sabían cómo sumar sus habilidades.
"Estamos aquí para ayudar!" - anunciaron todos al unísono.
Con mucho esfuerzo y trabajo en equipo, cada uno de ellos comenzó a despejar el camino del agua. Lila y Pablo guiaban a los demás, dándoles instrucciones mientras eliminaban las obstrucciones.
"¡Vamos, un poco más! ¡Estamos casi ahí!" - animaba Lila.
Después de varias horas de esfuerzo, lograron liberar el cauce del río. El agua comenzó a fluir de nuevo de manera hermosa.
"¡Hurra! ¡Lo hicimos!" - gritó Lila llena de felicidad mientras el agua brillaba bajo el sol.
Pero de repente, notaron algo extraño. Un pequeño pez dorado apareció nadando con alegría, haciendo círculos en la cascada.
"¿Quién eres?" - preguntó Lila, sorprendida.
"Soy el Guardián del Río, y gracias a ustedes, mi hogar ha recuperado su vida. ¡Pido un deseo para ustedes!" - gritó el pez.
"¡Wow, un deseo!" - dijo Pablo asombrado.
Lila pensó un momento y dijo:
"No quiero un deseo solo para mí. Quiero que todos los ríos y acuíferos de Argentina estén limpios y felices, para que todos los seres vivos puedan disfrutar de su belleza!"
El pez dorado sonrió.
"Tu deseo es muy noble, Lila. A partir de ahora, siempre que el agua fluya, un poco de tu bondad también fluirá con ella. ¡Jamás olviden cuidar su entorno!" - dijo mientras desaparecía en la cascada.
Agradecidos por la hermosa lección, Lila y sus amigos prometieron cuidar del bosque y de todos los paisajes que lo rodeaban.
La aventura del Río Escondido les había enseñado no solo la importancia del agua, sino también el valor de la amistad y el trabajo en equipo. Y así, cada día, recorrían juntos el bosque, cuidando de cada árbol, de cada arroyo y de cada melodía que la naturaleza les regalaba. Al final del día, sabían que juntos podían hacer una gran diferencia.
Y desde entonces, el Río Escondido corría más feliz que nunca, llenando de vida y color todo a su paso, gracias a la valentía de una niña y su querido amigo.
FIN.