Las Aventura de Samuel en la Escuela
Había una vez un niño llamado Samuel, que vivía en un hermoso barrio lleno de árboles y flores. Samuel era conocido por ser un niño muy amable y colaborador. Siempre ayudaba a sus compañeros en la escuela y su sonrisa iluminaba el salón de clases. Un día, la maestra Laura les anunció a los niños que tendrían una competencia de proyectos sobre Medio Ambiente, donde todos debían trabajar en equipos.
- “¡Esto va a ser genial! ” - exclamó Samuel, emocionado.
Samuel se unió a su mejor amigo Tomás, y su compañera Sofía, una chica muy creativa. Después de varias reuniones y muchas ideas, decidieron construir un invernadero para plantar diferentes tipos de plantas.
- “¡Así podremos aprender más sobre el cuidado de las plantas y el medio ambiente! ” - propuso Sofía.
Los días pasaron, y los tres amigos trabajaron sin parar. Samuel se encargaba de buscar información, Tomás de recolectar materiales y Sofía diseñaba los planos del invernadero. Pero a pocos días de la competencia, Tomás se sintió muy desanimado.
- “No creo que podamos terminar a tiempo” - dijo triste.
Samuel, al notar la preocupación de su amigo, decidió hacer algo.
- “Vamos a pedir ayuda a los otros equipos, seguro que podemos colaborar y así terminamos más rápido” - sugirió.
Así que, Samuel y Sofía se acercaron a otros grupos que estaban lidiando con sus propios problemas.
- “Hola, chicos. ¿Les gustaría ayudarnos? Somos un equipo y juntos podemos lograr más” - dijo Samuel, con gran energía.
Los otros niños, al ver el entusiasmo de Samuel, aceptaron la propuesta. Trabajaron juntos, compartiendo ideas y materiales.
El día de la competencia, el salón de clases estaba lleno de proyectos maravillosos. Había murales, modelos de reciclaje y hasta una casa hecha de botellas. Samuel y su equipo presentaron su invernadero lleno de plantas. Cuando fue su turno, Samuel se puso un poco nervioso.
- “Hola a todos, somos Samuel, Tomás y Sofía. Nuestro proyecto es un invernadero, y aprendimos que cuidar del medio ambiente es responsabilidad de todos” - explicó Samuel, con la voz clara.
Los jueces quedaron encantados con su trabajo en equipo y la creatividad que habían demostrado. Al final, anunciaron al ganador del concurso y, frente a todos, dijeron que era el equipo de Samuel.
- “¡No lo puedo creer! ” - gritó Tomás, lleno de alegría.
- “¡Sí! ¡Lo logramos! ” - respondió Sofía, abrazando a sus amigos.
Pero la verdadera lección vino después.
- “Lo más importante no es solo haber ganado, sino lo que aprendimos trabajando todos juntos” - dijo Samuel, mirando a sus amigos.
Desde ese día, Samuel, Tomás y Sofía continuaron trabajando en proyectos que ayudaban a su comunidad. Y así, Samuel siguió siendo un niño bueno, siempre dispuesto a ayudar y compartir con los demás. En la escuela, aprendieron no solo sobre el medio ambiente, sino también sobre la amistad y el trabajo en equipo, formando un lazo que duraría para siempre.
FIN.