Las Aventura en el Jardín Mágico
Narrador: Era un día brillante y soleado en el pequeño pueblo de Florilandia. Tres amigos, Lila, un hada curiosa; Martín, un inventor ingenioso; y Sara, una jardinera apasionada, estaban listos para una nueva aventura.
- Lila: ¡Hoy es un día perfecto para explorar el Jardín Mágico!
- Martín: ¡Sí! He escuchado que hay un árbol que habla. ¿Te imaginas?
- Sara: Y también hay flores que cantan. ¡Sería increíble conocerlas!
Narrador: Los tres amigos tomaron sus mochilas y se dirigieron al Jardín Mágico, un lugar lleno de colores y sonidos misteriosos. Al llegar, sus ojos se iluminaron.
- Lila: ¡Miren cuántas flores hay! Desde aquí se ven como si estuvieran bailando.
- Martín: ¡Vamos a acercarnos! Quizás podamos hacer que una de ellas nos hable.
Narrador: Se acercaron a una hermosa flor amarilla que brillaba con el sol.
- Sara: Hola, hermosa flor. ¿Cómo te llamas?
Flor: Soy Florí, la flor cantarina. ¿Quieren escucharme cantar?
- Lila: ¡Sí, por favor!
Narrador: Florí comenzó a cantar una melodía mágica que llenó el aire con alegría. Pero de repente, una nube oscura cubrió el sol y Florí dejó de cantar.
- Martín: ¿Qué pasó?
- Sara: Parece que Florí no puede cantar sin el sol.
- Lila: ¡Debemos encontrar una manera de ayudarla! Tal vez podamos hacer que vuelva a salir el sol.
Narrador: Los amigos se pusieron a pensar. Martín sacó su cuaderno de inventos.
- Martín: Tengo una idea. ¡Podría construir un reflector que devuelva la luz del sol a Florí!
- Sara: ¡Genial! Pero, ¿cómo haremos eso?
- Lila: ¡Usaremos lo que encontramos en el jardín!
Narrador: Comenzaron a buscar ramas, hojas y flores. Después de mucho trabajar, Martín logró construir el reflector. Empezaron a colocarlo de forma que pudiera desviar los rayos del sol hacia Florí.
- Sara: ¡Listo! Ahora solo falta probarlo.
- Lila: ¡El sol viene!
Narrador: Justo en ese momento, un rayo de sol iluminó el reflector y la luz se dirigió a la flor. La nube oscura comenzó a disiparse, y el sol volvió a brillar.
- Florí: ¡Hicieron un gran trabajo, amigos! ¡Ahora puedo cantar de nuevo!
- Lila: ¡Lo logramos!
- Martín: ¡Gracias a nuestro trabajo en equipo!
- Sara: Cada uno aportó algo valioso.
Narrador: Florí comenzó a cantar otra vez, llenando el jardín con su melodía. Los amigos se unieron a ella, riendo y disfrutando de su éxito.
- Lila: ¡Qué día tan maravilloso! No solo ayudamos a Florí, también aprendimos a trabajar juntos.
- Martín: ¡Exactamente! Cuando unimos nuestras habilidades, ¡podemos lograr cosas asombrosas!
- Sara: ¡Hicimos un gran equipo! Ahora siempre recordaremos esta aventura.
Narrador: Y así, Lila, Martín y Sara comprendieron el poder de la amistad y la importancia de colaborar. A partir de aquel día, su lema fue: "Juntos somos más fuertes". Y regresaron a sus casas, felices y llenos de canciones del Jardín Mágico.
FIN.