Las Aventuras de Ardi en la Biblioteca Mágica



Era un día soleado en la ciudad y los niños del aula de 2º C de Primaria estaban ansiosos por salir al recreo. Sin embargo, Ardi, la ardilla, tenía un secreto que solo sus amigos de los cuentos conocían. Ella vivía en la biblioteca que estaba llena de libros antiguos y fabulosas historias. Cuando los niños se iban, la biblioteca cobraba vida.

"¡Vamos, Ardi!", dijo el valiente caballero de "El Príncipe Valiente", quien siempre estaba listo para la acción.

"No creo que tengamos tiempo para una aventura épica hoy, Jack", contestó Ardi, mientras se acomodaba en su estante con un libro de cuentos. "Los niños volverán pronto y debemos asegurarnos de que todo esté en orden".

Pero Ardi sabía que la curiosidad era más fuerte que cualquier regla. De repente, una ráfaga de viento sopló a través de la biblioteca y derribó varios libros. Entre ellos, uno muy especial que Ardi nunca había visto antes: "El Libro de los Deseos".

"¡Mirá eso!", exclamó Bella, la protagonista de "La Bella y la Bestia". "¿Por qué no lo abrimos y vemos qué aventuras nos puede ofrecer?"

"Dale, vamos a verlo", dijo Pinocho alzando su nariz en señal de emoción. Todos estaban intrigados.

Ardi, aunque un poco nerviosa, no pudo resistirse. Abrieron el libro y, para su sorpresa, deslizó una chispa mágica por la biblioteca. En un instante, se encontraron en un mundo distinto, lleno de colores vibrantes y criaturas sorprendentes. Era la Tierra de los Deseos.

"¿Qué queremos hacer primero?", preguntó Ardi emocionada.

"¡Volemos hacia el arcoíris!", sugirió el Dragón volador de "El Hobbit".

Se lanzaron a través del aire, y mientras volaban, Ardi vio un deseo que se materializaba en forma de un torbellino de besos de nube.

"¡Miren!", gritó Ardi, "¡hay un deseo de amistad!"

Decidieron aterrizar para investigar. Era un pequeño duende que estaba triste porque no podía hacer amigos.

"¿Por qué no juegas con nosotros?", le preguntó Pinocho.

"¡Me encantaría! , pero todos me temen porque soy diferente", el duende suspiró.

Ardi y sus amigos sabían que cada ser era especial a su manera. Así que planearon una fiesta de amistad justo en el corazón de la Tierra de los Deseos, invitando a otros personajes de cuentos y criaturas mágicas.

"Ardi, esto es increíble", dijo la Bella durmiente mientras ayudaba a preparar la decoración. "Nunca pensé que tener amigos significara tanto".

La fiesta fue un éxito, y el pequeño duende se sintió querido y aceptado. Todos descubrieron que la amistad no tiene límites y que ser diferente es lo que los hacía únicos.

"¡Deberíamos hacer esto más seguido!", exclamó Ardi mientras todos bailaban alrededor del fuego.

"¡Sí!", gritaron en coro.

Pero al llegar la noche, escucharon el repiqueteo de la campana del colegio. Ardi recordó que los niños retornarían pronto.

"Es hora de regresar", dijo con un suspiro, aunque su corazón latía con alegría.

"No te preocupes, siempre podremos volver a vivir aventuras juntos", sonrió el Dragón volador.

"Y recordaremos siempre la importancia de la amistad", agregó Bella con una gran sonrisa.

Deslizándose de regreso al libro, Ardi tomó el pequeño libro con ella como un recordatorio de que cada día puede ser una aventura si tienes buenos amigos. Y así, cuando los niños volvieron de su recreo, Ardi se escondió entre los libros, preparándose para el nuevo día, llena de sueños y amistad.

Esa noche, el cielo brilló con estrellas, y Ardi sonrió mientras pensaba en todas las aventuras que aún estaban por venir. La magia no solo estaba en los cuentos, sino también en el corazón de aquellos que eligen creer en la amistad y la diversidad.

Fin.

FIN.

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