Las Aventuras de Benito y el Bebé Alado



Había una vez un bebé llamado Benito, que vivía en una pequeña casa en medio del bosque. Un día, mientras exploraba el lugar, encontró una casa abandonada.

La curiosidad de Benito lo llevó a entrar y descubrir qué había dentro. Al entrar a la casa, Benito se sorprendió al ver que estaba llena de polvo y telarañas.

Sin embargo, algo capturó su atención: en una esquina de la habitación, había un retrato antiguo de un bebé con unas hermosas alas blancas. Benito se acercó al cuadro y quedó fascinado por la imagen del bebé alado. Quería ser como él y volar por los cielos.

En ese momento, el retrato cobró vida y el bebé alado salió del cuadro para hablar con Benito. "Hola, soy Mateo", dijo el bebé alado mientras extendía sus alas-. "He estado esperando mucho tiempo a alguien como tú". Benito no podía creer lo que veían sus ojos.

Estaba emocionado por conocer a Mateo y aprender todo sobre las maravillas del vuelo. A partir de ese día, Benito pasaba muchas horas junto a Mateo aprendiendo sobre cómo volar y cuidar de sus alas.

Descubrió que cada vez que hacía algo bueno por los demás, sus alas se volvían más fuertes y brillantes. Un día, mientras volaban juntos por encima del bosque, vieron a un grupo de animales atrapados entre las ramas de unos árboles altos.

Los animalitos estaban asustados y necesitaban ayuda. Sin dudarlo ni un segundo, Benito decidió ayudarlos. Usando sus alas, voló hacia los árboles y comenzó a liberar uno por uno a los animales atrapados.

Mateo lo observaba con orgullo mientras Benito demostraba su valentía y generosidad. Después de rescatar a todos los animalitos, Benito se dio cuenta de que sus alas brillaban más que nunca. Se sentía feliz y satisfecho por haber hecho algo bueno por los demás.

"Benito" , dijo Mateo emocionado-, "has demostrado ser un verdadero héroe. Tus acciones han fortalecido tus alas y te has convertido en un ser especial". A partir de ese día, Benito continuó ayudando a quienes lo necesitaban siempre que podía.

Ayudaba a construir nidos para las aves, regaba las flores del bosque cuando llovía poco y compartía su comida con aquellos que no tenían suficiente.

Con el tiempo, la fama de Benito como héroe llegó a oídos de muchas personas del pueblo cercano al bosque. Todos querían conocerlo y aprender de él cómo hacer cosas buenas para mejorar el mundo.

Benito se convirtió en un ejemplo para todos, demostrando que incluso siendo pequeño se pueden hacer grandes cosas si se tiene bondad en el corazón. Y así fue como Benito pasó de vivir en una casa abandonada a convertirse en un héroe alado, enseñando al mundo la importancia de ayudarse mutuamente y cuidar nuestro entorno.

Desde aquel día, cada vez que alguien veía una imagen alada de un bebé en una casa abandonada recordaba la historia inspiradora de Benito y cómo sus acciones hicieron del mundo un lugar mejor.

Y tú, ¿te animas a ser como Benito y hacer cosas buenas para volar alto?

FIN.

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