Las aventuras de Chicho y sus amigos
Renata y Hyle eran dos perras muy aventureras que les encantaba correr y jugar en el parque de la ciudad. Un día, mientras jugaban a perseguirse entre los árboles, escucharon un ladrido diferente al resto.
Curiosas, se acercaron para ver quién era. "Hola, soy Chicho", dijo un perro salchicha marrón con una cola peluda. "¡Hola! Somos Renata y Hyle", respondieron las dos perras emocionadas. Desde ese momento, Chicho se convirtió en su nuevo amigo inseparable.
Juntos corrían por el parque, jugaban con pelotas y palitos e incluso hacían carreras de obstáculos improvisadas. Pero un día algo extraño sucedió. Mientras jugaban cerca del lago del parque, vieron a un grupo de patos nadando tranquilamente.
De repente, Chicho comenzó a gruñirles y quiso perseguirlos. "Chicho ¿qué haces?", preguntó Renata preocupada. "Son patos ¡quiero atraparlos!", respondió Chicho sin dejar de gruñir. Renata y Hyle no podían creer lo que estaban viendo.
Nunca habían visto a su amigo comportarse así antes. "Chicho eso no está bien", dijo Hyle tratando de calmarlo "Los patos son nuestros amigos también".
Pero Chicho no quería escucharlas y siguió intentando perseguir a los indefensos patos hasta que finalmente los asustó tanto que volaron hacia otro lugar del lago. Renata y Hyle decidieron hablar seriamente con Chico sobre lo que había pasado. "Chicho, ¿por qué querías perseguir a los patos?", preguntó Renata preocupada.
"No lo sé, me parecieron divertidos", respondió Chicho un poco avergonzado. "Pero no está bien asustarlos o lastimarlos. Debemos ser amigos de todas las criaturas del parque", dijo Hyle con firmeza.
Chicho reflexionó sobre lo que sus amigas le habían dicho y se dio cuenta de que estaba equivocado. A partir de ese día, se convirtió en el defensor de todos los animales del parque.
Si veía a algún perro ladrando a los patos o acosando a las ardillas, correría para detenerlo y recordarle la importancia de respetar a todos los habitantes del lugar. La amistad entre Renata, Hyle y Chicho se hizo aún más fuerte después de esa experiencia.
Juntos aprendieron que la diversión no debe ser a costa del sufrimiento ajeno y que debemos proteger y cuidar a todas las criaturas con las que compartimos este mundo.
FIN.