Las aventuras de Jamón
Había una vez en un pequeño pueblo llamado Valleverde, un cerdito llamado Jamón. Jamón era muy curioso y soñador. Desde muy chico, siempre miraba al cielo y preguntaba cómo serían las aventuras que lo esperaban. ¿Podría llegar a ser un héroe algún día?
Un día, mientras exploraba el bosque cercano a su hogar, Jamón encontró un viejo mapa escondido entre las hojas. "¡Mirá esto!"- gritó emocionado, "Parece un mapa del tesoro"-. Así empezó su aventura.
Con el mapa en la mano, Jamón se dirigió a la ladera de una montaña. En el camino, se encontró con su amiga, la gallina Pepa. "¿Adónde vas, Jamón?"- preguntó Pepa, picoteando un poco de maíz. "¡Voy en busca de un tesoro! ¿Te gustaría venir conmigo?"-
Pepa, siempre lista para una aventura, aceptó de inmediato. "¡Claro! Siempre he querido encontrar algo emocionante"- dijo mientras aleteaba emocionada.
Caminaron y caminaron, pero a mitad de camino, se encontraron con un río caudaloso. "¡Oh no! ¿Cómo cruzaremos esto?"- se preocupó Jamón. Pepa, muy observadora, vio que había unas piedras grandes en el agua. "¡Podemos usarlas como puentes!"- sugirió. Así que, con cuidado, saltaron de piedra en piedra hasta llegar al otro lado.
Más adelante, encontraron a un viejo zorro llamado Rufus, que parecía estar en problemas. "¿Qué te pasa, Rufus?"- preguntó Jamón. El zorro suspiró y dijo: "Me he quedados atrapado en esta maraña de espinas. No puedo salir"-. Jamón y Pepa miraron el enredo y decidieron ayudarlo.
"¡Vamos, Pepa!"- dijo Jamón. Trabajaron juntos para desenredar al zorro con mucho cuidado, hasta que finalmente Rufus pudo salir. "¡Gracias, amigos!"- exclamó Rufus con una sonrisa. "Como agradecimiento, puedo ayudarles a encontrar el tesoro"-.
El zorro se unió a los dos amigos en su búsqueda. Siguiendo el mapa, llegaron a un sitio donde había un misterioso árbol con una gran X marcado en su tronco. "Este debe ser el lugar", dijo Jamón, emocionado.
Comenzaron a cavar con sus patas y pico, y al poco tiempo dieron con un cofre lleno de cosas brillantes. Cuando abrieron el cofre, se sorprendieron al ver que no había oro ni joyas, sino libros, mapas y herramientas para construir. "¿Qué es esto?"- preguntó Pepa, decepcionada. "Esto no es un tesoro".
Rufus se rió y dijo: "¡Oh, pero sí que lo es! Esto les permitirá tener muchas aventuras. Podrán aprender, crear e incluso compartir lo que descubran con otros"-. Jamón y Pepa se miraron y comenzaron a reír.
"Tenés razón, Rufus. Tal vez el verdadero tesoro no sea oro, sino conocimiento y amistad"- dijo Jamón. Desde ese día, los tres amigos decidieron usar sus nuevos libros y herramientas para aprender cosas nuevas y seguir compartiendo aventuras, enseñando a otros que la verdadera riqueza viene de lo que aprendemos y de las amistades que formamos en el camino.
Así, con el corazón lleno de emoción, Jamón, Pepa y Rufus volvieron a Valleverde, listos para compartir su tesoro y vivir más aventuras en su pequeño mundo y más allá.
FIN.