Las aventuras de Juana en la playa



Había una vez una niña llamada Juana, a quien le encantaba visitar la playa. Un día soleado, Juana y su familia decidieron pasar el día en la costa.

Al llegar, Juana corrió emocionada hacia el mar, pero justo cuando estaba a punto de zambullirse, escuchó una voz. -¡Espera, Juana! - exclamó una estrella de mar que estaba en la orilla. -¿Quién eres tú? -, preguntó Juana sorprendida. -Soy Estrella, la estrella de mar.

He estado atrapada en esta orilla y necesito ayuda para volver al mar-. Sin dudarlo, Juana recogió a Estrella y la llevó de vuelta al agua. Estrella, agradecida, le dijo a Juana que le concedería un deseo.

Juana pensó por un momento y decidió pedir un día lleno de aventuras en el mar. De repente, una ola gigante las envolvió y las llevó hacia alta mar. Juana admiraba las maravillas del océano cuando vio a una familia de delfines atrapada en una red de pesca.

Sin pensarlo dos veces, Juana les ayudó a liberarse. Los delfines, felices y agradecidos, la invitaron a un emocionante paseo por el mar. Mientras surcaban las aguas, vieron una pequeña tortuga en problemas. Juana y los delfines se unieron para rescatarla.

Finalmente, volvieron a la orilla, donde Estrella les agradeció por todo lo que habían hecho. -Juana, has demostrado ser valiente y solidaria. Gracias a ti, las criaturas del mar pueden vivir libres y seguras. Nunca olvides que siempre puedes marcar la diferencia-.

Con una sonrisa en el rostro, Juana entendió que, a pesar de ser pequeña, podía hacer grandes cosas. Desde ese día, cada vez que Juana visitaba la playa, recordaba la importancia de cuidar y proteger el mar y a sus habitantes.

Y así, Juana aprendió que con valentía y solidaridad, se pueden vivir las aventuras más extraordinarias.

FIN.

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