Las aventuras de las amigas respetuosas


Había una vez en un colegio llamado "Alegría y Amistad" un grupo de cinco amigas muy traviesas. Ellas eran Sofía, Valentina, Martina, Luciana y Camila. Siempre estaban juntas y les gustaba hacer bromas a sus compañeros.

Pero había una niña llamada Miranda que sufría mucho con las burlas de estas chicas. Todos los días le ponían la traba en el recreo, escondían sus cosas y se reían de sus dientes chuecos.

Incluso cuando Miranda almorzaba, las cinco chicas le tiraban la comida al suelo, la pisaban y se la metían a la boca. Miranda era una niña muy dulce y sensible.

Cada día volvía a casa llorando porque no entendía por qué esas chicas eran tan malvadas con ella. Su mamá notó su tristeza y decidió hablar con ella para ayudarla.

Un día después del colegio, mientras disfrutaban de unas ricas galletitas caseras que había preparado su mamá, Miranda le contó todo lo que estaba pasando en el colegio. Su mamá la escuchó atentamente y le dijo:"-Mi querida Miranda, sé que esto te está haciendo daño, pero recuerda siempre algo muy importante: tú eres única y especial tal como eres.

No permitas que las palabras o acciones negativas de los demás te afecten. "Miranda tomó aire e intentó sonreírle a su mamá aunque todavía sentía mucha tristeza en su corazón. Al día siguiente en el colegio, ocurrió algo inesperado.

Durante el recreo mientras Sofía, Valentina, Martina, Luciana y Camila se reían de Miranda, un niño llamado Tomás se acercó a ellas y les dijo:"-¿Por qué se burlan de Miranda? No es justo tratarla así.

Ella es una buena amiga y no merece ser tratada con maldad. "Las chicas quedaron sorprendidas por las palabras de Tomás. Nunca antes alguien había defendido a Miranda. Pero en lugar de detenerse, decidieron seguir burlándose.

Sin embargo, algo cambió en el colegio ese día. Otros niños comenzaron a darse cuenta de lo que estaba sucediendo y no les pareció correcto. Poco a poco, todos los compañeros de clase empezaron a mostrar apoyo hacia Miranda.

Un día mientras Sofía, Valentina, Martina, Luciana y Camila intentaban hacerle una nueva broma cruel a Miranda durante el almuerzo, todos los demás niños del colegio formaron un círculo alrededor de ellas para protegerla. "¡Basta ya! ¡No vamos a permitir más maltrato!", exclamó Tomás valientemente.

Las cinco chicas se sintieron avergonzadas por sus acciones y finalmente entendieron que estaban lastimando profundamente los sentimientos de Miranda.

Desde ese día, Sofía, Valentina, Martina, Luciana y Camila pidieron disculpas sinceramente a Miranda por todas las bromas crueles que le habían hecho. Prometieron cambiar su comportamiento y convertirse en mejores personas. Miranda aceptó sus disculpas pero también les recordó lo importante que es tratar bien a los demás sin importar cómo sean físicamente o qué cosas puedan decirnos.

Esa experiencia les enseñó a todos una lección valiosa sobre el respeto y la importancia de ser amables. A partir de ese momento, Sofía, Valentina, Martina, Luciana y Camila cambiaron su actitud y se convirtieron en grandes amigas de Miranda.

Juntas aprendieron a valorar las diferencias de cada persona y a construir un ambiente escolar lleno de amor y comprensión.

Y así fue como en el colegio "Alegría y Amistad", todos aprendieron que no hay lugar para la burla ni el maltrato. Cada uno es especial a su manera, y lo más importante es siempre tratar a los demás con respeto y bondad.

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