Las Aventuras de Lía y Zara en el Bosque Lluvioso



Era un día gris y lluvioso cuando Lía y Zara decidieron aventurarse en el bosque detrás de sus casas. Las nubes oscuras cubrían el cielo y parecía que la lluvia nunca iba a parar.

"¡Vamos, Lía! Solo será un paseo corto", dijo Zara, emocionada.

"Pero está lloviendo mucho...", respondió Lía con un tono dudoso.

"No te preocupes, ¡solo usaremos nuestras botas de goma!", insistió Zara.

Así, empacando en sus mochilas galletitas y agua, las dos amigas se pusieron sus botas y se lanzaron a la lluvia.

Al principio, se divirtieron saltando en los charcos, riendo y disfrutando de la frescura del aire. Pero, poco a poco, el entorno familiar empezó a convertirse en un paisaje desconocido. El cielo se oscurecía y el sendero, lleno de barro, se hacía cada vez más confuso.

"Zara, creo que nos hemos perdido...", dijo Lía con una pizca de miedo en su voz.

"No hay problema, podemos buscar un lugar donde refugiarnos y pensar en cómo volver", respondió Zara con confianza.

Después de un rato de caminar sin rumbo, encontraron un árbol grande con un tronco muy grueso. Decidieron usarlo como refugio mientras la lluvia no cesaba. Allí, Lía y Zara se sentaron juntas, tratando de no pensar en la posibilidad de estar perdidas.

"¿Te gusta el bosque, Lía?", preguntó Zara, intentando calmar el ambiente.

"Sí, es misterioso y hermoso. Pero ahora me gustaría estar en casa viendo una película", contestó Lía.

Zara se quedó pensativa por un momento. Luego miró alrededor y dijo:

"Aquí afuera también se pueden vivir aventuras. ¡Mirá las hojas y los colores!"

Lía miró de nuevo al bosque y comenzó a notar los pequeños detalles: las gotas de agua que resbalaban por las hojas, el canto de las aves, y el aroma fresco a naturaleza.

"Es verdad, es como si el bosque estuviera vivo. Deberíamos explorar un poco más", sugirió Lía, sintiéndose un poco más aventurera.

"¡Sí! Vamos a ver qué más encontramos", exclamó Zara, entusiasmada.

Las dos amigas decidieron salir de su refugio y comenzaron a explorar el bosque. Mientras caminaban, encontraron diversas criaturas: un grupo de ranas chapoteando en un charco, mariposas de colores revoloteando y un pequeño ciervo mirando curiosamente desde detrás de un arbusto.

"¡Mirá, Lía! ¡Un ciervo!", dijo Zara, señalando emocionada.

"Es tan lindo. Nunca había visto uno de tan cerca", respondió Lía.

De repente, un trueno retumbó en el cielo, y ambas se asustaron.

"¡Volvamos al árbol!", gritó Lía.

"Espera, tal vez deberíamos encontrar el camino de regreso primero", sugirió Zara, quien empezó a mirar más atentamente el entorno.

Mientras intentaban recordar por dónde habían venido, Zara tuvo una idea.

"Podríamos seguir el sonido del agua, tal vez nos lleve a un arroyo que conozcamos".

"Buena idea, Zara", dijo Lía, sintiéndose más confiada.

Entonces, las niñas comenzaron a caminar en dirección al sonido del agua. El camino fue una mezcla de risas y pequeños tropiezos, pero seguían adelante. Finalmente, llegaron a un arroyo cristalino que corría alegremente entre las piedras.

"¡Lo encontramos!", gritó Lía, agitándola con felicidad.

"Y aquí podemos ver cómo volver a casa", añadió Zara, que se asomó al agua.

Con la dirección del arroyo, lograron encontrar un sendero que las llevó a una pequeña pradera, donde el sol comenzaba a asomarse entre las nubes. Desde ahí, pudieron reconocer el camino que las llevaba de regreso.

Cuando llegaron a casa, las dos amigas estaban empapadas, pero felices.

"¡Fue una gran aventura!", exclamó Lía.

"Sí, ¡y aprendimos mucho sobre el bosque!", dijo Zara con una sonrisa.

Ese día, las niñas comprendieron que, aunque había momentos de miedo e incertidumbre, también hubo oportunidades de descubrir, conocer y disfrutar. Y, lo más importante, que juntas podían superar cualquier obstáculo. Después de un día lleno de lluvia, regresar a casa habiéndolo vivido todo juntas fue lo mejor de todo. Ahora, cada vez que llovía, no solo pensaban en refugiarse, sino en lo que el bosque podía ofrecerles, llenas de curiosidad y valentía.

FIN.

Dirección del Cuentito copiada!