Las Aventuras de Lili en el Jardín de los Sueños
Era un hermoso día en el Jardín de los Sueños, donde Lili, una niña de 3 años con superpoderes, se preparaba para otro día lleno de aventuras. Su risa iluminaba el lugar mientras corría a la escuela de la mano de su mejor amigo, Tomás, un niño con una gran imaginación.
"¡Hola, Lili! ¿Listo para volar hoy?" - preguntó Tomás emocionado.
"¡Súper lista!" - respondió Lili mientras movía sus brazos, haciendo que el viento soplara a su alrededor.
Al llegar al jardín, sus amigos, Sofía y Mateo, las esperaban.
"¿Qué haremos hoy?" - preguntó Sofía.
"Vamos a construir la cabaña de nuestras ideas mágicas " - exclamó Mateo.
Lili levantó sus manos y, de repente, comenzaron a aparecer coloridos bloques de construcción. Los niños gritaron de alegría.
"¡Qué genial! ¡Gracias, Lili!" - dijeron sus amigos.
Los cuatro comenzaron a armar la cabaña. Pronto, se dieron cuenta de que los bloques eran tan grandes que no podían alcanzar la parte de arriba.
"¡Yo puedo ayudar!" - dijo Lili entusiasmada. Comenzó a levitar, haciendo que algunos bloques subieran volando.
"¡Wow! ¡Miren eso!" - gritó Tomás sorprendido.
La cabaña quedó terminada, y cada niño decoró su espacio con lo que más le gustaba. De repente, escucharon un ruido extraño. Era una nube oscura que se acercaba rápidamente, llevándose volando todo lo que encontraban a su paso.
"¡Oh no!" - exclamó Sofía.
"No se preocupen, vamos a detenerla" - dijo Lili con confianza.
"¿Cómo?" - preguntó Mateo, algo preocupado.
Lili sonrió y concentrándose, hizo un gesto con sus manos. Al instante, brotaron colores brillantes alrededor, creando un escudo protector.
"¡Ahora, todos juntos!" - gritó Lili, y sus amigos se unieron a ella, poniendo sus manos en el escudo. Con sus fuerzas combinadas lograron desviar la nube oscura, que se disipó en pequeñas gotas de arcoíris.
"¡Lo hicimos!" - gritaron todos al unísono.
"Gracias, Lili. Eres increíble, y juntos somos un gran equipo", dijo Tomás entusiasmado.
Mientras el sol brillaba, decidieron hacer una pausa y merendar en su cabaña.
"¿Y si hacemos una fiesta de arcoíris?" - propuso Sofía.
"¡Sí!" - dijeron todos al unísono.
Lili, usando su magia, hizo aparecer deliciosos cupcakes de todos los colores. Mientras disfrutaban de la merienda, no podían dejar de reír y compartir historias sobre sus sueños y lo que querían ser cuando crecieran.
De repente, escucharon una melodía suave. Provenía del jardín, donde un grupo de mariposas danzaba al ritmo de la música.
"¡Qué hermoso!" - dijo Mateo.
"¡Vamos a seguirlas!" - sugirió Lili, y sin pensarlo dos veces, salió corriendo hacia ellas.
Los amigos la siguieron, riendo y saltando mientras trataban de atrapar a las mariposas que les guiaban a un lugar mágico lleno de flores que jamás habían visto.
Al llegar ahí, las mariposas comenzaron a hablar.
"Gracias por seguirnos, valientes niños. Ustedes tienen un gran poder dentro de ustedes. Nunca dejen de soñar y de ayudarse entre amigos" - dijeron en coro.
Lili miró a sus amigos y sonrió.
"¡Siempre seremos amigos!" - prometió.
Y así, continuaron su día entre risas y aventuras, llenos de amistad y alegría, mientras la magia permanecía en el aire. Aprendieron que, juntos, eran más fuertes y que cada día era una nueva oportunidad para crear, compartir y soñar.
Cuando llegó el momento de volver a casa, todos estaban emocionados por contar las aventuras vividas a sus familias. Y Lili, con su luz brillante, sabía que cada día en el Jardín de los Sueños era solo el comienzo de algo maravilloso.
FIN.