Las Aventuras de los Números Cinco Cifras
En un reino lejano, donde los números vivían felices y ordenados, existía una familia especial de números de cinco cifras. Eran un grupo muy unido formado por 10, 000; 23, 456; 50, 321; 99, 999; y 15, 789. Cada uno tenía su propia personalidad y habilidades únicas que los hacían brillar en el reinado de las cifras.
Un día, mientras jugaban en el bosque de las Matemáticas, un misterioso viento sopló, trayendo consigo un gran desafío. De repente, comenzaron a escucharse gritos en el aire. Era el Rey Cero, que había perdido su corona de oro y necesitaba la ayuda de los números de cinco cifras para recuperarla.
- “¡Ayuda! ¡Necesito su ayuda! ”, gritaba el Rey Cero, desolado.
- “¿Qué sucedió, majestad? ” -preguntó 10, 000, el número más antiguo y sabio del grupo.
- “Mientras revisaba mis tesoros, la corona se fue volando y se perdió en el Bosque de los Números Viejos. Si no la encuentro, no podré gobernar más,” explicó el Rey Cero.
El grupo de números se miró entre sí y decidieron que no podían dejar a su rey sin coronar.
- “¡Vamos! ¡Juntos podemos encontrarla! ” -exclamó 99, 999, que siempre estaba dispuesto a la aventura.
Comenzaron su búsqueda adentrándose en el misterioso bosque. Sin embargo, pronto se dieron cuenta de que el Bosque de los Números Viejos estaba lleno de acertijos y obstáculos.
Primero llegaron a un gran río que necesitaban cruzar, pero una anciana cifra llamada 50 le dijo:
- “Solo pueden cruzar respondiendo correctamente a mi acertijo. Soy más grande que el 40, pero más pequeño que el 60. ¿Quién soy? ”
- “¡Es fácil! Eres el número 50! ” -respondió 50, 321, con confianza.
La cifra anciana sonrió y les permitió cruzar el río. Más adelante se encontraron con un árbol enorme que hablaba.
- “Para seguir adelante, deben resolver mi acertijo. ¿Cuál es el número que al dividirlo por 2, el resultado es el mismo que si lo dividen por 4 y por 5? ”
- “¡Es el número 0! ” -contestó 15, 789, recordando lo que había aprendido.
El árbol dejó que pasaran, y los números se sintieron cada vez más cerca de encontrar la corona. Finalmente, llegaron a una cueva oscura, donde escucharon un eco misterioso.
- “¿Quién se atreve a entrar? ” -preguntó 23, 456, un poco asustado.
- “¡Nosotros lo haremos! ¡Juntos somos fuertes! ” -animó 50, 321.
Dentro de la cueva, encontraron un espíritu numérico que custodiaba la corona.
- “Para recuperar la corona, deben demostrar que entienden la importancia de trabajar en equipo,” dijo el espíritu. “Cada uno de ustedes tiene un número. Juntos deben formar un número más grande y maravilloso usando sus cifras.”
Los números se pusieron a pensar.
- “Podemos formar 99, 999. Eso incluye a todos y es el número más grande que podemos lograr juntos,” sugirió 99, 999.
- “¡Eso es! Cada cifra importa en la creación del número”, dijo 10, 000, recordando que juntos eran más poderosos.
Cuando unieron sus fuerzas y dijeron en unísono:
- “¡Números de cinco cifras unidos producen maravillas! ”, la cueva comenzó a brillar.
El espíritu sonrió y, con un gesto de su mano, les devolvió la corona del Rey Cero, que había estado escondida en un rincón oscuro.
- “Han demostrado que en la unión está la fuerza. Ahora pueden regresar con su rey.”
Con la corona en mano, el grupo volvió rápidamente al castillo. El Rey Cero estaba muy agradecido.
- “¡No sé cómo agradecerles! Sin ustedes, nunca habría encontrado mi corona,” exclamó feliz el rey.
- “Hicimos lo que teníamos que hacer, majestad. Aprendimos que juntos somos más fuertes,” respondió 23, 456, brillando de alegría.
Desde ese día, los números de cinco cifras se convirtieron en héroes del reino, recordando a todos que lo valioso de un número no está solo en su cifra, sino en cómo trabajan juntos para crear cosas maravillosas. Y así, el Reino de los Números prosperó en amistad y colaboración, donde todos sabían que con esfuerzo y unidad cualquier desafío podía ser superado.
FIN.