Las Aventuras de los Pequeños Preposicionales
En un pequeño y colorido pueblo llamado Linguaville, vivían cinco amiguitos muy especiales: In, On, Behind, Under y Over. Cada uno tenía una personalidad única que representaba su preposición.
Un día, mientras jugaban en el parque, In dijo con entusiasmo:
- ¡Chicos, hoy es un gran día para tener una aventura! ¿Qué les parece si exploramos el bosque?
On, que siempre estaba sobre las cosas, añadió:
- ¡Sí! ¡Podemos ver todo desde las copas de los árboles!
Pero detrás de un arbusto, se escuchó una voz temblorosa. Era Behind, que a veces se sentía un poco inseguro:
- No sé si sea una buena idea, ¿y si nos perdemos? El bosque es grande.
Under, que siempre le encantaba esconderse, sonrió:
- Vamos, Behind. Si te asustás, podés quedarte atrás de mí. Yo te protegeré.
Y Over, el más aventurero, dijo:
- ¡Yo puedo volar por encima de los árboles y asegurarme de que todo esté bien! ¡Vamos!
Así, los cinco amigos se adentraron en el bosque. Mientras caminaban, se encontraron con un sendero misterioso.
- ¿A dónde llevará este camino? - preguntó In, curioso.
- No lo sé, pero debemos estar atentos - respondió On, señalando hacia las alturas.
Al avanzar, se encontraron con un río ancho que cortaba su camino. Over voló sobre él y se dio cuenta de que había un puente roto.
- ¡Chicos! ¡El puente está dañado! - anunció con un tono preocupado.
- Hay que encontrar otra manera de cruzar - dijo Under, emocionado por la idea de jugar entre los árboles. - Podemos deslizar mejor entre las piedras.
Pero mientras trataban de cruzar con cuidado, Behind, que estaba un poco rezagado, accidentalmente se tropezó y se cayó al agua.
- ¡Ayuda! - gritó.
- ¡Detrás de ti, Behind! - exclamó In mientras se lanzaba al agua para ayudarlo.
- ¿Qué hacemos? - gritó On desde la orilla, preocupado.
- Yo puedo agarrarte desde debajo del agua, solo confía en mí - dijo Under, mientras se sumergía.
Finalmente, In pudo sostener a Behind mientras Under ayudaba a empujarlo hacia la orilla. Con un gran esfuerzo, ambos lograron tirar de él hacia un lugar seguro. Mudándose de la experiencia, Behind se dio cuenta de que siempre podía contar con sus amigos.
- ¡Gracias, chicos! No sé qué hubiera hecho sin ustedes - dijo Behind mientras se secaba con una hoja grande.
Ya rejuvenecidos por la emoción, los amigos continuaron su aventura. Eventualmente, encontraron una cueva frente a ellos. On, emocionado, se asomó dentro y exclamó:
- ¡Miren lo que hay dentro!
- ¡Es un tesoro! - gritaron todos al unísono.
Pero cuando entraron, se dieron cuenta de que las gemas y monedas estaban escondidas bajo una capa de polvo y telarañas.
- Hay que limpiarlo, ¡es nuestro! - dijo Over entusiasmado, mientras flotaba sobre ellos.
Se pusieron manos a la obra, trabajando en equipo para limpiar el lugar. Mientras Barro se retiraba y las gemas brillaban nuevamente, los amigos se sintieron felices de encontrar un tesoro.
Al final del día, agotados pero contentos, se sentaron en un claro del bosque. In miró a sus amigos y dijo:
- Lo mejor de este día es que juntos podemos superar cualquier obstáculo, sin importar lo que pase.
- Eso es verdad - dijo Behind, sintiéndose más seguro. - Aprendí que nunca debo tener miedo de pedir ayuda.
On sonrió y agregó:
- Y que incluso cuando estamos ‘detrás’ de algo difícil, siempre hay una manera de avanzar.
Under, feliz, dijo:
- Y siempre hay una manera divertida de jugar, incluso cuando estamos ‘debajo’ de las cosas.
Finalmente, Over, volando alto, sonrió y concluyó:
- ¡Y siempre podemos elevarnos ‘sobre’ cualquier problema juntos!
Desde ese día, los cinco amigos recordaron que aunque cada uno tenía su manera de ver el mundo, la verdadera aventura era compartirla juntos. Y así, siempre encontraron el camino, ya fuera dentro, sobre, detrás, debajo o incluso más allá.
FIN.