Las Aventuras de Mariposa y el Pececito
En un hermoso día soleado, Mariposa, una pequeña mariposa de colores brillantes, decidió aventurarse hacia la playa. Mientras volaba sobre la arena, se encontró con un pececito azul que nadaba cerca de la orilla.
"¡Hola! Soy Mariposa, ¿y tú?" -preguntó ella.
"¡Hola! Soy Pececito, y vivo en el océano. ¿Qué haces por aquí?" -respondió él feliz.
Mariposa miró al mar y dijo:
"Quiero ver qué hay dentro del agua, pero no sé nadar."
Pececito, con una sonrisa, le dijo:
"No te preocupes, tengo una idea. Te puedo llevar en mi espalda. ¡Subite!"
Mariposa, emocionada, saltó al agua y se acomodó sobre el lomo de Pececito. Juntos comenzaron a explorar el océano. Mientras nadaban, vieron un hermoso arrecife lleno de colores.
"¡Mira cuántos peces hay!" -exclamó Mariposa.
De repente, un pez muy grande apareció y dijo:
"¡Cuidado! ¡Soy el Rey de los Mares!"
"¡Perdón, Rey! Estamos explorando y no queríamos molestar."
El Rey de los Mares, al ver la amistad entre Mariposa y Pececito, sonrió y preguntó:
"¿Les gustaría aprender sobre el océano?"
"¡Sí!" -gritaron juntos.
Así, el Rey de los Mares comenzó a contarles sobre la importancia de cuidar el océano y sus habitantes.
"Cada vez que ven basura en la playa, deben recogerla. El mar y sus seres vivos dependen de ustedes.”
Mariposa y Pececito escucharon atentos y prometieron cuidarlo. Al final de su aventura, Pececito llevó a Mariposa de regreso a la playa. Ambos se despidieron con un fuerte abrazo.
"¡Te veré otro día!" -dijo Mariposa.
"¡Sí! Y siempre recuerda cuidar de nuestro hogar!" -contestó Pececito.
Desde entonces, Mariposa no solo voló por la playa, sino que también se convirtió en una guardiana del océano, recordando a todos sus amigos sobre la importancia de proteger el mar.
FIN.