Las Aventuras de Mica y la Mosca Meli



Era un día soleado en el parque, y un grupo de niños estaba jugando juntos. Entre ellos estaba Mica, una nena curiosa que siempre quería aprender más sobre el mundo que la rodeaba. Mientras corría detrás de una pelota, se detuvo al ver una mosca revoloteando cerca de los árboles.

"¡Hola, mosquita!" - dijo Mica emocionada.

"¡Hola, Mica!" - respondió la mosca con una voz pequeñita.

Mica se sorprendió al escuchar a la mosca hablar.

"¿Sabías que soy Meli, la mosca? Puedo enseñarte muchas cosas sobre mí y mis amigos."

"¡Sí! ¿Dónde vivís, Meli?" - preguntó Mica muy interesada.

"Nosotros, las moscas, vivimos en muchos lugares. Generalmente nos gusta estar en ambientes cálidos, como las casas, los jardines y, a veces, en la comida. ¡Nos encanta volar!"

"¿Cuántas patas tenés?" - inquirió Mica mientras se agachaba para observar a Meli más de cerca.

"Tengo seis patas, Mica. ¡Soy una experta en caminar y volar rápido!"

Mica seguía intrigada y quería saber más.

"¿Y qué cosas comes, Meli?"

"Comemos de todo un poco: frutas, verduras, incluso algo de comida que encontrás desparramada. ¡Nos gusta el azúcar!"

De repente, un viento fuerte apareció y Meli tuvo que revolotear un poco más alto para no perder el equilibrio.

"¡Oh no! ¡El viento!" - gritó Meli.

"¿Te puedo ayudar?" - preguntó preocupada Mica.

"No te preocupes, yo sé cómo volar. Pero, acompáñame a un lugar seguro y te contaré cómo nos reproducimos."

Mica miró alrededor y, al ver que había un lugar tranquilo detrás de un arbusto, le dijo:

"¡Acá es perfecto!"

"Bien, Mica. Las moscas, cuando somos adultos, buscamos un lugar limpio donde poner nuestros huevitos. ¡En un día podemos poner hasta 500! No te asustes, porque en unos días, esos huevitos se convierten en larvas, y luego, en moscas como yo."

Mica se quedó boquiabierta.

"¡Es increíble lo que pueden hacer! Pero, ¿por qué tantas?"

"Porque así aseguramos que algunas sobrevivan y lleguen a ser adultas como yo. La vida puede ser complicada, pero siempre hay que intentar lo mejor."

Los ojos de Mica brillaban de emoción.

"Meli, tenés una vida fascinante. ¡Gracias por compartir todo esto conmigo! Nunca pensé que una mosca pudiera ser tan especial."

"Y ustedes también lo son, Mica. Aunque a veces no se nos vea como el mejor insecto, todos en la naturaleza tenemos un rol importante. ¡Recordá que cada criatura tiene su lugar en este mundo!"

Mica sonrió y se despidió de Meli.

"¡Adiós, Meli! ¡Espero verte pronto!"

"¡Adiós, Mica!"

Y así, Mica volvió a jugar con sus amigos, llenando su cabeza de ideas e historias sobre el increíble mundo de las moscas y la importancia de cada ser vivo en la naturaleza. Desde ese día, cada vez que veía una mosca, se acordaba de su amiga Meli y de la lección que había aprendido sobre el respeto por todas las criaturas. La curiosidad de Mica la llevó a convertirse en la mejor defensora de los insectos, siempre recordando que todos tienen un papel valioso en el mundo.

FIN.

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