Las aventuras de Pancho en el bosque
En una granja alejada, vivían un pato llamado Pancho y una vaca llamada Matilde. Pancho era curioso y aventurero, mientras que Matilde era tranquila y amorosa.
Vivían felices en la granja, rodeados de árboles frondosos y un hermoso bosque que se extendía a lo lejos. Un día, Pancho decidió explorar más allá de la cerca de la granja. "Matilde, voy a recorrer el camino que lleva al bosque.
¡Quiero descubrir qué hay más allá!", dijo emocionado el pato. "Ten cuidado, Pancho. El bosque puede ser peligroso para alguien tan pequeño como tú", respondió preocupada Matilde. Pero Pancho no escuchó las advertencias de su amiga y se internó en el bosque.
El camino estaba lleno de misterios y peligros, pero el valiente pato seguía adelante con determinación. De repente, escuchó un ruido extraño entre los árboles. Se detuvo y vio a un zorro acechando detrás de unos arbustos.
Con rapidez, Pancho pensó en una estrategia para escapar del astuto animal. "¡Hola amigo zorro! ¿Qué tal si jugamos juntos al escondite?", propuso Pancho con voz temblorosa. El zorro aceptó entusiasmado y comenzaron a jugar.
Mientras tanto, Matilde había salido en busca de su amigo desaparecido por el camino hacia el bosque. Finalmente, encontró a Pancho junto al zorro riendo a carcajadas.
"¡Pancho! ¡Menos mal que estás bien! Te dije que tu curiosidad te metería en problemas", regañaba Matilde entre alivio y reproche. Pancho pidió disculpas por haberse aventurado sin pensar en las consecuencias e invitó al zorro a visitar la granja para jugar juntos siempre que quisiera.
Desde ese día, Pancho aprendió que la valentía debe ir acompañada de prudencia y que los amigos están ahí para cuidarse mutuamente. Juntos regresaron a la granja donde compartieron sus aventuras con los demás animales del lugar.
Y así, entre risas y enseñanzas, la amistad entre el pato Pancho, la vaca Matilde y el zorro perduró por siempre en aquella hermosa granja del campo argentino.
FIN.