Las Aventuras de Tina en el Tiempo
Una vez, en un mundo lleno de árboles gigantes y ríos cristalinos, vivía una valiente dinosaurio llamada Tina. Era curiosa y siempre soñaba con aventuras. Un día, mientras exploraba su hogar, se dio cuenta de que el cielo se llenaba de oscuridad. Una gran explosión hizo temblar la tierra y muchos de sus amigos dino desaparecieron. ¡Era el fin de los dinosaurios!
Pero Tina no tenía miedo. 'Debo descubrir qué sucedió', pensó. Así que, con su mochila llena de hojas y su pequeño tambor, comenzó a caminar. En su camino, conoció a un grupo de nómadas, que eran humanos antiguos que vivían como viajantes.
"Hola, Tina, vení a jugar con nosotros!" - gritó uno de ellos con una gran sonrisa. Era un niño llamado Lucho.
"Pero... ¿qué hacen ustedes?" - preguntó Tina sorprendida.
- “Somos nómadas, Tina. Estamos buscando un lugar donde hacer fuego y encontrar comida. A veces, tallamos piedras para hacer herramientas, o usamos maderas y huesos para construir cosas. ¡Es muy divertido!" - respondió Lucho.
Tina se unió a ellos y juntos buscaron ramas secas para encender un fuego. Mientras hacían crujir las hojas, Lucho le mostró cómo se tallaban las piedras.
"Mirá, con esta piedra aguja puedo hacer un cuchillo!" - dijo Lucho mientras tallaba cuidadosamente.
Tina pensó que era un arte increíble, pero de repente, su nariz comenzó a moverse de un lado a otro:
"¿Y si los dinosaurios todavía estuvieran aquí?" - preguntó.
"No, Tina, ellos se han ido. Pero ahora somos nosotros quienes debemos aprender a vivir en este nuevo mundo. ¡Y podemos hacer que sea emocionante!" - respondió felizmente Lucho.
Así, cada día, Tina y sus nuevos amigos exploraban, hacían fuego, contaban historias y se reían juntos. Un día, mientras estaban cerca de un gran río, encontraron huesos de dinosaurio.
"¡Mirá eso! Son huesos de dinosaurio!" - exclamó Tina.
- “¡Guau! – Dijo Lucho. – Podríamos usarlos para aprender!" - sugirió.
Con los huesos y piedras, crearon una nueva herramienta de caza para ayudar a su comunidad. Pero entonces, un grupo de extraños apareció en el horizonte. Eran otros nómadas, pero no parecían amistosos.
"¡Rápido, Tina! Debemos proteger nuestro fuego y nuestros recursos. No deberían llevarse lo que hemos trabajado!" - gritó Lucho con ansiedad.
"No hay que rendirse. ¡Podemos hablarles!" - dijo Tina con valentía.
Así que se acercaron.
"Hola, nosotros somos Tina y Lucho. Venimos en paz. ¿Por qué no conversamos?" - propuso Tina con una voz amistosa.
Los otros nómadas, sorprendidos por la valentía de Tina, decidieron escuchar. Después de una larga conversación, ambos grupos se dieron cuenta de que podían trabajar juntos. Con el fuego y las herramientas que habían creado, ofrecieron compartir comida y aprender unos de otros.
Tina y Lucho miraron a su alrededor y se sintieron felices. Habían llegado a un nuevo comienzo, un hogar de amistad donde todos podían aprender sobre la vida en la tierra después de los dinosaurios, y así compartir historias, juegos y más.
Tina sonrió, pensando en cómo desde la extinción hasta ahora, su curiosidad la había llevado a vivir aventuras increíbles. Ahora, no solo era un explorador, ¡sino que también había encontrado amigos!"¡Vamos a ser los mejores nómadas de todos!" - gritó Tina emocionada mientras el fuego iluminaba la noche y su risa resonaba por todo el lugar.
FIN.