Las aventuras de Tom en el jardín



Era una hermosa mañana en el jardín de la señora Marta. El sol brillaba y una suave brisa acariciaba el rostro de Tom, un gato curioso de pelaje atigrado. Tom, siempre ansioso por descubrir cosas nuevas, se paseaba de un lado a otro, buscando algo emocionante que hacer.

Un día, mientras exploraba, se topó con una bellísima flor roja. "¡Qué linda que sos!", exclamó Tom. Se acercó, y la olfateó con suavidad. "¡Huele delicioso!", pensó. Pero de repente, un hermoso destello de colores atrapó su atención. Era una mariposa variopinta que danzaba en el aire.

"¡Hola, mariposa! ¿Adónde vas?", preguntó Tom, siguiéndola. La mariposa, con un suave aleteo, se alejó volando hacia un gran árbol alto. Intrigado, Tom corrió detrás de ella, saltando sobre el césped.

Cuando llegó al árbol, la mariposa se posó en una rama. "¿Te gustaría subir?" - preguntó la mariposa, con una risa juguetona.

"¡Sí! ¡Me encantaría!", respondió Tom, mirando hacia arriba. Pero, se dio cuenta de que el tronco del árbol era muy grueso y no sabía cómo escalarlo.

En ese momento, escuchó una suave risa. Era una ardilla que estaba observando toda la escena desde una rama cercana. "¿Quieres ayuda? Soy Susi la ardilla y puedo enseñarte a subir", dijo Susi con amabilidad.

Tom miró a Susi, emocionado. "¡Eso sería genial! ¡Gracias!"

Susi le explicó cómo usar sus patas y le dio algunos consejos. "Primero, asegúrate de elegir la mejor rama. Luego, ten cuidado con el equilibrio", advirtió Susi. Con un poco de nerviosismo, Tom intentó escalar.

"¡Ay, creo que no puedo!" - exclamó, mientras sus patas patinaban sobre la corteza. La mariposa lo alentó desde arriba. "¡Tú puedes, Tom! Solo sigue intentando!"

Con cada intento y las palabras de aliento de Susi y la mariposa, Tom se sintió más valiente. Finalmente, logró subir un par de ramas. "¡Lo estoy logrando!" - gritó emocionado.

Cuando llegó a la rama donde estaba la mariposa, se sintió como un verdadero aventurero. "¡Mira, Susi, lo logré!"

La mariposa aplaudió con sus alas. "¡Bien hecho, Tom! Ahora puedes ver todo el jardín desde aquí. ¡Es mágico!"

Y era cierto. Desde esa altura, Tom podía ver cuántas flores hermosas había, y cómo los pájaros cantaban en el aire. Era un mundo lleno de vida.

Pero entonces, Tom notó algo extraño. "¿Qué es eso?", preguntó señalando hacia el fondo del jardín.

"¡Es un perro!", exclamó Susi. Era un perro grande que parecía haber perdido su camino. "¡Vamos, tenemos que ayudarlo!"

Tom, Susi y la mariposa se deslizaron del árbol con cuidado y llegaron al lugar donde estaba el perro. "Hola, amigo. ¿Necesitás ayuda?", le preguntó Tom.

El perro miró con ojos tristes. "Sí, me perdí y no sé cómo volver a casa. Mi nombre es Bruno".

"¡No te preocupes, Bruno! Te ayudaremos a encontrar el camino" - dijo Susi con determinación.

Tom, entusiasmado por la idea de una nueva aventura, se acercó a Bruno. "¿Dónde fue la última vez que viste tu casa?" Bruno, aliviado, les explicó cómo era su hogar y dónde solía jugar.

Así, los tres nuevos amigos comenzaron a buscar pistas por el jardín. A medida que avanzaban, Tom aprendió sobre diferentes plantas y flores de su entorno, mientras Susi contaba divertidas historias sobre sus aventuras en los árboles.

Finalmente, después de un buen rato de búsqueda, Tom se detuvo. "¡Allí! ¡Mira esas huellas en el barro!". Todos corrieron hacia las huellas y, para su sorpresa, encontraron la casa de Bruno, justo al final del jardín.

"¡Lo logramos!", gritó Tom. Bruno estaba tan feliz que movía la cola sin parar. "¡Mil gracias! Soy muy afortunado de haberlos conocido".

"¡Siempre estaremos aquí para aventuras!", dijo Susi, sonriendo.

Tom se despidió de Bruno con un abrazo y regresó a su hogar, pensando en todo lo que había descubierto aquel día. "Hoy aprendí que, con un poco de ayuda de amigos, podemos lograr grandes cosas”, reflexionó mientras se acomodaba en su cojín, dejándose llevar por un profundo sueño, soñando con nuevas aventuras en su jardín.

Así, Tom, el gato curioso, continuó explorando un mundo lleno de sorpresas, enseñando a los otros animales que la amistad y la colaboración son fundamentales para enfrentar cualquier desafío.

FIN.

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