Las aventuras de Valen, Sofi y Lila



Era un hermoso día de primavera cuando Valen, Sofi y Lila se conocieron en el primer día de clases en la escuela. Las tres chicas, con personalidades distintas pero corazones grandes, se sentaron juntas en el patio y comenzaron a hablar.

"¡Hola! Soy Valen, y me encanta dibujar. ¿Y ustedes?" - dijo Valen con una sonrisa.

"Yo soy Sofi, y adoro hacer manualidades. Vamos a hacer cosas divertidas juntos" - respondió Sofi entusiasmada.

"Y yo soy Lila, me gusta mucho leer cuentos de aventuras. ¿Les parece si creamos nuestra propia historia?" - agregó Lila, con sus ojos brillando de emoción.

Así comenzó su hermosa amistad. Pasaban horas juntas jugando, compartiendo secretos y creando historias imaginativas. Había algo mágico en su conexión, y cada día era una nueva aventura. Sin embargo, un día, las cosas cambiaron.

Un nuevo año escolar comenzó y llegó una nueva compañera a la clase: Maru. Ella era diferente, sus intereses eran distintos y, poco a poco, comenzó a pasar más tiempo con Lila.

"¿Por qué no le hablas a Maru? Tal vez te diviertas con ella también" - sugirió Sofi a Valen, tratando de ser comprensiva.

"No, siento que nos está separando. ¡Vamos a perder a Lila!" - contestó Valen, un poco molesta.

"Por favor, no pienses así. Ella sigue siendo nuestra amiga. ¡Hagamos algo juntas!" - insistió Sofi.

Esa tarde, las tres amigas decidieron hacer una feria de talentos en su colegio, donde cada una podría mostrar lo que sabía hacer. Valen se encargó de las pinturas, Sofi preparó unas manualidades para que los alumnos hicieran y Lila, emocionada, decidió contar historias en un rincón.

Sin embargo, justo el día de la feria, Lila se encontró en apuros.

"No puedo encontrar mis cuentos, se los presté a Maru y no los tengo. ¡No sé qué contar!" - gritó Lila nerviosa.

"¡No te preocupes! Podemos inventar una historia juntas en el instante. ¡Hay que usar nuestra creatividad!" - propuso Sofi.

"¡Sí! Y mientras, Valen puede hacer una mural inspirador!" - agregó Valen, aliviada de que su amiga no se desanimara.

Así que las tres se reunieron en un rincón y comenzaron a crear una historia en conjunto. Se reían y compartían ideas mientras Valen comenzaba a dibujar.

"Érase una vez... un reino de colores donde todos los sueños se hacían realidad" - comenzó Lila.

"Y había un dragón amistoso que ayudaba a los niños a cumplir sus deseos" - continuó Valen, entusiasmada.

"¡Sí! Y juntos aprendieron a cuidar el bosque y a respetar la naturaleza" - finalizó Sofi con un brillo en los ojos.

La feria fue un éxito. Todos disfrutaron de sus talentos; los compañeros de clase se acercaron a escuchar las historias, pintaron con Valen y crearon manualidades con Sofi.

Al finalizar la jornada, Mariu, impresionada, se acercó a ellas:

"La historia que contaron fue increíble. ¿Puedo unirme a ustedes en su próximo proyecto?" - preguntó tímidamente.

"¡Claro! Cuantos más seamos, mejor será la aventura. ¡El trabajo en equipo es lo más divertido!" - dijo Sofi.

"Sí, entre más seamos, más ideas tendremos" - agregó Valen.

Desde ese día, las tres amigas, junto a Maru, se volvieron inseparables.

Lila había aprendido que la amistad no se limitaba a solo tres y que cada persona traía algo nuevo a su vida. Juntas, continuaron creando historias, inventando juegos y haciendo manualidades.

Las cuatro chicas nos enseñaron algo muy importante: la amistad se multiplica, no se divide; y siempre hay espacio para nuevos amigos que enriquecerán nuestras vidas. Y así, Valen, Sofi, Lila y Maru vivieron un sinfín de historias y aventuras juntas.

FIN.

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