Las aventuras del Director Oscar Coterhuanco

El director Oscar Coterhuanco era un hombre muy ocupado. Siempre estaba corriendo de un lado a otro, asegurándose de que todo en la escuela funcionara como un reloj.

Un día, después de una larga semana de trabajo, el sol brillaba en el cielo sin una sola nube a la vista. Oscar salió de su oficina y se detuvo para respirar el aire fresco. Decidió que necesitaba un descanso y decidió dar un paseo por los jardines de la escuela.

Mientras caminaba, se encontró con un grupo de niños que estaban plantando flores en el jardín. '¡Hola, Director Coterhuanco!', gritaron los niños. Oscar se detuvo y sonrió. - 'Hola, niños. ¿Qué están haciendo aquí?' - preguntó curioso.

'Estamos plantando flores', dijo uno de los niños. 'Queremos que nuestro jardín sea el más bonito de todos'. Oscar se acercó y observó cómo los niños trabajaban juntos, cavando hoyos y cuidando de las plantas.

Se dio cuenta de que nunca antes se había detenido a apreciar la belleza de los jardines de la escuela. Esa tarde, Oscar decidió unirse a los niños y juntos plantaron muchas más flores en el jardín.

A medida que trabajaban, Oscar les contaba historias sobre la importancia de cuidar la naturaleza y trabajar en equipo. Los niños lo escuchaban atentamente, y al final de la tarde, todos estaban felices con su trabajo.

A partir de ese día, Oscar se aseguró de tomarse tiempo para disfrutar de los pequeños momentos y recordó la importancia de detenerse a oler las flores. Desde entonces, la escuela tenía los jardines más hermosos, gracias al esfuerzo conjunto del Director Coterhuanco y los niños.

Y cada vez que alguien les preguntaba cómo lo lograron, Oscar respondía con orgullo: 'Todo lo conseguimos juntos, con amor y cuidado'.