Las aventuras del pato en el bosque


Había una vez un pato llamado Patico que vivía en una hermosa casa junto a un bosque. A Patico le encantaba nadar en el lago cercano a su casa y disfrutar del sol.

Un día, un grupo de niños curiosos llegó al bosque para explorar y jugar. -¡Miren ese hermoso pato! -exclamó uno de los niños. -¡Vamos a acercarnos a él! Los niños se acercaron a Patico, quien los miraba con curiosidad.

-Hola, Patico, ¿quieres venir a jugar con nosotros? -le preguntó un niño con una sonrisa. Patico, emocionado, asintió con la cabeza y los niños comenzaron a jugar alrededor de él. Jugaron a las escondidas, al escondite y a las carreras, divirtiéndose mucho en el bosque.

Entonces, uno de los niños propuso explorar un camino que nadie conocía. Patico, con su espíritu aventurero, decidió acompañarlos. Caminaron por el sendero desconocido, descubriendo hermosas flores y árboles gigantes. De repente, se encontraron con un río que bloqueaba su camino.

-¡No podemos cruzar! -exclamó uno de los niños preocupado. -Tranquilos, tengo una idea -dijo Patico-.

¡Puedo ayudarlos a cruzar volando hasta el otro lado! Patico extendió sus alas y, uno por uno, los niños montaron sobre su espalda y volaron al otro lado. Una vez allí, continuaron explorando hasta que encontraron una vieja cabaña abandonada. Decidieron convertirla en su clubhouse secreto. Pasaron horas jugando y riendo en su nuevo refugio.

Al anochecer, los niños y Patico regresaron a la casa en el bosque, agotados pero felices. -Gracias por mostrarnos este emocionante día, Patico -dijo uno de los niños. -Sí, gracias por tu valentía y tu amistad -agregó otro niño.

Patico se sintió muy feliz de haber compartido esta maravillosa aventura con sus nuevos amigos. Desde ese día, Patico y los niños exploraron juntos el bosque, fortaleciendo su amistad y viviendo emocionantes aventuras.

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