Las Aventuras en la Escuela de los Animales



Era un día soleado en la escuela de la granja. Durante el recreo, los animales se reunieron en el patio para compartir risas y juegos. La gata Sofía, que siempre se sentía como una princesa, decidió que era un buen momento para organizar algo especial.

"¡Hola a todos! ¿Qué tal si hacemos una gran búsqueda del tesoro?" propuso Sofía, moviendo su colita con emoción.

"¡Me encanta la idea!" exclamó el gallo Soé, que tenía una gran habilidad para hacer reír a todos con sus chistes.

"Claro, pero hay que hacerlo bien. No me gustaría que se armara un lío como cuando Pelé, la morsa, se trepó al árbol la última vez," dijo el pulpo Peso Pluma, que iba con su gorra de explorador.

Todos miraron a Pelé, que estaba en un rincón haciendo caras graciosas y dándole la espalda a los demás.

"Yo no hice nada malo! Todo fue un malentendido. Además, estaba tratando de impresionar a la gallina Rosa," dijo Pelé con una sonrisa traviesa.

"Pero no está bien que te portes así, Pelé. Si queremos que esta búsqueda del tesoro sea divertida, todos debemos portar bien," explicó Rosa, que estaba feliz cantando una hermosa melodía.

"Tenés razón, Rosa. A veces me dejo llevar por la emoción," confesó Pelé, rascándose la cabeza.

"Perfecto, entonces comenzamos con la búsqueda. Cada uno tendrá una pista que los guiará al próximo escondite," decidió Sofía.

Los elementos que encontraron en su búsqueda eran divertidos y extraños: una vieja rueda, unos zapatos desparejados, y hasta una bandera de un pirata que nadie sabía de dónde había salido.

-="¡Miren esto!" chilló el gallo Soé, sosteniendo la bandera con orgullo, "¡esto parece un verdadero tesoro!"

Sofía sonrió, pero luego se dio cuenta de que había un problema.

"Esperen, sólo quedan dos pistas y aún nos falta encontrar un gran tesoro. ¿Qué vamos a hacer?"

"¡Podemos unir nuestras pistas para resolver el misterio!" sugirió Peso Pluma con gran valentía.

Con este nuevo plan, los animales se pusieron a trabajar juntos. Las risas y el entusiasmo llenaron el aire. Todos comenzaron a compartir sus ideas y a reírse de los desafíos que encontraban. Al final, unieron sus pistas, que los llevaron a un viejo cofre enterrado bajo un árbol.

Cuando abrieron el cofre, encontraron no sólo dulces y juegos, sino un mensaje que decía: ‘La verdadera felicidad está en compartir y trabajar en equipo.’

"Esto es lo mejor que podría haber pasado. ¡El tesoro es la amistad!", exclamó Rosa, llena de alegría.

"Sí! Y me siento muy feliz por haber ayudado a mis amigos. Cada uno es especial en su manera," dijo Pelé, sintiéndose un poco más como un príncipe esa tarde.

"¡Vamos a celebrar!" sugirió Sofía, y todos se pusieron a bailar mientras la gallina Rosa cantaba su hermosa canción.

Así, durante el recreo en la escuela, los animales aprendieron que la diversión y el valor de la amistad eran el verdadero tesoro, y que lo importante era compartir momentos juntos. Desde entonces, la gata Sofía continuó siendo la reina de las ideas, el gallo Soé el rey de las risas, la gallina Rosa la musa de la música, y con un pelaje brillante, Pelé y Peso Pluma sumaron sus habilidades para crear un hermoso lazo entre ellos que duraría para siempre.

FIN.

Dirección del Cuentito copiada!