Las aventuras geométricas de Martín
Había una vez en la ciudad de La Paz, un valiente policía llamado Martín. Todos los días, Martín recorría las calles para asegurarse de que todo estuviera en orden y que los ciudadanos estuvieran seguros.
Un día, mientras Martín patrullaba por el parque central, vio a un grupo de niños jugando cerca del lago.
Se acercó para asegurarse de que no corrieran peligro y les preguntó: "¿Sabían que existen líneas muy importantes llamadas paralelas y perpendiculares?"Los niños se miraron confundidos y uno de ellos preguntó: "- ¿Qué son esas líneas, señor policía?"Martín sonrió y les dijo: "- Las líneas paralelas son aquellas que nunca se cruzan, siempre están separadas una distancia constante.
Por ejemplo, las rayas en el campo de fútbol son líneas paralelas. "Los niños asintieron con curiosidad y otro niño preguntó: "- ¿Y qué pasa con las líneas perpendiculares?""- Las líneas perpendiculares son aquellas que se cruzan formando ángulos rectos", explicó Martín.
"Por ejemplo, las paredes de nuestras casas suelen tener esquinas donde dos paredes se encuentran formando ángulos rectos. "Los niños estaban fascinados con esta nueva información. Querían aprender más sobre estas líneas tan interesantes.
Martín tuvo una idea brillante. Decidió organizar un taller educativo sobre gestión de riesgos y geometría para todos los niños del vecindario. El día del taller llegó rápidamente.
Los niños se reunieron en el parque central, emocionados por aprender y divertirse al mismo tiempo. Martín comenzó explicando a los niños cómo identificar y evitar situaciones de riesgo en la calle.
Les enseñó a cruzar las calles correctamente, a no hablar con extraños y a usar el cinturón de seguridad en los automóviles. Después, Martín les mostró cómo dibujar líneas paralelas y perpendiculares utilizando tizas de colores en el suelo del parque. Los niños se divirtieron trazando líneas rectas y descubriendo cómo se relacionaban entre sí.
Justo cuando terminaban de dibujar las líneas, un grupo de ladrones intentó robar la cartera de una señora cerca del parque. Martín, siempre alerta, rápidamente intervino para detenerlos.
Los niños observaron asombrados cómo Martín arrestaba a los ladrones y devolvía la cartera a su dueña. Todos aplaudieron emocionados mientras Martín les recordaba que siempre debemos ser valientes y enfrentar las injusticias. Al finalizar el taller, los niños se despidieron de Martín con una gran sonrisa en sus rostros.
Ahora comprendían mejor la importancia de cuidarse a sí mismos y ayudar a los demás. A partir de ese día, cada vez que veían líneas paralelas o perpendiculares en su entorno, recordaban lo aprendido junto al valiente policía Martín.
Y así, La Paz se convirtió en una ciudad más segura gracias al compromiso educativo e inspirador del policía protector.
FIN.