Las Aventuras Mágicas de Aylen
Era el 19 de julio en Córdoba, un día especial para Aylen, que cumplía once años. Desde pequeña, había soñado con vivir una gran aventura, una que la llevara a conocer mágicas criaturas y lugares maravillosos. Mientras esperaba la llegada de sus amigos para celebrar, miraba por la ventana, imaginando viajes a mundos lejanos.
"¡Aylen! ¡Ya estamos listos para ir a casa de tu abuela!" gritó su mamá desde la sala. Aunque Aylen quería celebrar, su mente volaba lejos, a un mundo lleno de fantasía.
La fiesta transcurrió como cualquier otra, con risas, juegos y pastel. Pero cuando sopló las velas de su torta, un destello brillante iluminó la habitación. De repente, un pequeño duende apareció en el aire.
"¡Feliz cumpleaños, Aylen!" saltó el duende, "Soy Brillo, el guardián del Bosque Encantado y he venido a llevarte a una aventura de verdad."
"¿Aventura? ¡Sí!" respondió Aylen, entusiasmada. Sin pensarlo, extendió su mano y Brillo la tomó.
Un torbellino de colores giró a su alrededor y, al instante, Aylen se encontró en un bosque mágico, lleno de árboles que susurraban y flores que cantaban. Allí, conoció a varios seres mágicos.
"¡Hola, Aylen!" dijo una mariposa de brillantes colores. "Soy Lila, y puedes pedirme tres deseos."
"¡Eso es increíble!" exclamó Aylen. "Quiero explorar todo el bosque, conocer a un dragón y tener un libro de magia."
De inmediato, Lila movió sus alas y, con un chasquido, Aylen se encontró en un claro del bosque. Delante de ella había un dragón de suaves escamas verdes.
"Hola, pequeña aventurera. Soy Faelan, el dragón amigo del bosque. ¿Quieres jugar a las escondidas?"
"¡Me encantaría!" Aylen se unió al juego. Sin embargo, mientras buscaban, Aylen se dio cuenta de que algo extraño estaba sucediendo. El sol comenzaba a ocultarse y las sombras parecían moverse.
"Brillo, ¿por qué las sombras están tan inquietas?" preguntó Aylen.
"Hay una sombra oscura que está tratando de robar la magia del bosque. Necesitamos tu ayuda para detenerla," explicó Brillo, con miedo en su voz.
"Pero yo soy solo una niña..." dijo Aylen, dudando de sí misma.
"No eres solo una niña. Tienes el corazón valiente y eso es lo que importa. Juntos, podemos hacerlo," dijo Faelan, dándole ánimo.
Aylen respiró hondo y decidió que no podía darse por vencida. Recordó sus deseos y pensó en cómo podría usarlos. Usó su primer deseo para armar a los amigos del bosque con súplicas y coraje.
"¡Vamos, amigos! ¡A luchar contra la sombra!" gritó Aylen.
Reunieron sus fuerzas, y mientras se acercaban a la fuente de la sombra, Aylen usó su segundo deseo: vio cómo la sombra crecía frente a ellos. Con un gesto, levantó la mano y conjuró un rayo de luz con su tercer deseo. La luz iluminó todo el bosque, ahuyentando a la sombra oscura.
"¡Lo hicimos!" gritó Brillo, mientras todos celebraban.
"Gracias, Aylen. Has demostrado que la valentía y la amistad son más poderosas que cualquier sombra," dijo Faelan, sonriendo.
Finalmente, Brillo llevó a Aylen de vuelta a su casa justo a tiempo para la cena de cumpleaños.
"¿Qué hiciste en tu cumple, Aylen?" le preguntó su mamá cuando entró a la casa.
"¡Tuve la mejor aventura de mi vida!" dijo, sonriendo, mientras se sentaba a la mesa.
Ese día, Aylen aprendió que la verdadera magia se encuentra no solo en los deseos, sino en el coraje de enfrentar lo desconocido y en la fuerza de la amistad.
FIN.