Las Aventuras Químicas de Luz y Lila



Era un hermoso día en el barrio de Belgrano. Luz, una niña de 7 años, estaba en su casa rodeada de frascos de colores, tubos de ensayo y libros de química. Su hermana menor, Lila, de solo 2 años, la miraba con gran admiración, baboseando por la emoción de ver tanto científico en acción. Aunque Lila era pequeña, tenía una gran curiosidad por el mundo que la rodeaba, especialmente por los animales.

"Luz, ¿qué estás haciendo?" - preguntó Lila, con sus ojos brillantes.

"¡Hola, Lila! Estoy preparando un experimento para ver cómo las reacciones químicas pueden cambiar los colores. Pero hoy también quiero hacer algo especial: ¡un proyecto sobre nuestros animales favoritos!" - respondió Luz entusiasmada.

Luz decidió que el experimento sería más divertido si Lila lo acompañaba, así que le pidió que le ayudara.

"Ven, vamos a buscar a nuestros amigos animals y emplumados, ¡ellos necesitan participar!" - sugirió Luz.

Así, las dos hermanas salieron al jardín. Encontraron a su perro, Pichón, y a un grupo de aves que venían a visitar su casa.

"¡Mirá, Pichón! Vamos a hacer un experimento contigo. ¿Sos capaz de ayudar?" - le dijo Luz, acariciando la cabeza de su perro que movía la cola emocionado.

"¡Guauu!" - ladró Pichón, como si entendiera perfectamente.

Luz llenó un tazón con agua y un poco de colorante alimentario. Puso el tazón en el suelo y preguntó:

"¿Crees que Pichón se atreverá a meter la pata en el agua de colores?" - le preguntó a Lila.

Lila, mirando a su perro, empezó a reírse y a aplaudir.

"¡Pichón, ven aquí!" - gritó.

Pichón movió su cola aún más fuerte y, sin miedo, se acercó al tazón, metiendo su pata en el agua. Surprise: "¡Mirá, Lila! ¡Se volvió arcoíris!" - exclamó Luz.

Pero, de pronto, el cielo se nubló. ¡Una tormenta se acercaba! Las hermanas miraron hacia arriba, preocupadas.

"Mejor llevemos a nuestros amigos adentro antes de que empiece a llover. ¡Apúrate!" - dijo Luz, arrastrando a Lila mientras el viento comenzaba a soplar.

Corrieron al interior de la casa, llevando a Pichón y a las aves que habían logrado atrapar. Sentadas en un rincón, continuaron con el juego.

"Lila, ¿qué tal si hacemos un experimento sobre cómo los animalitos reaccionan ante diferentes sonidos?" - sugirió Luz.

Lila, que ya estaba lista con su tamborcito de juguete, empezó a golpearlo.

Pichón comenzó a aullar, mientras que las aves piaban y revoloteaban.

"Mirá, parece que están respondiendo a la música de tu tamborcito. ¡Esto es increíble!" - dijo Luz emocionada.

Entonces, ¡un gran trueno retumbó! Las dos hermanitas se quedaron tranquilas un momento. Lila estiró sus manitas hacia Luz, que la abrazó, asustada.

"No te preocupes, Lila. Solo es un ruido fuerte. ¡Estamos seguras aquí!" - la tranquilizó Luz.

La tormenta continuó, pero las hermanas aprovecharon el tiempo. Luz sacó un libro sobre animales y comenzó a enseñarle a Lila sobre cada uno de ellos. Trepando en la silla, intentó mostrarle dibujos de leones, elefantes, y también de animales que rehuían el agua, como los camellos.

"¡Con esto podemos hacer un juego!" - exclamó Luz. "Podemos ser científicas que estudian cómo viven los animales y qué les gusta comer. ¡Eso podría ser nuestro próximo experimento!"

Lila sonrió, batió sus brazos en el aire y dijo:

"¡Sí, sí! ¡Ciencia y animalitos!"

Ambas se hicieron una promesa:

"Cuando pase la tormenta, exploraremos el jardín y buscaremos a todos los animales que podamos encontrar juntos. Cada uno tiene una historia que contar. ¡Seremos científicas de verdad!"

Con cada trueno que caía, ellas reforzaban su lazo aún más, y lo que parecía ser un día de tormenta se convirtió en una jornada mágica llena de experimentos y conocimiento.

Cada día que pasaba, sus experimentos se hacían más interesantes, y junto con ellos, su amor por los animales y la química creció. Desde entonces, Luz y Lila nunca dejaron de aprender y seguir realizando experimentos de todo tipo, convirtiéndose en la gran dupla de científicas que siempre soñaron ser. ¡El cielo era el único límite para sus ideas!

Y así, entre risas, juegos y experimentos, Luz y Lila continuaron intrigadas por el mundo de la ciencia, convirtiendo cada día en una nueva aventura llena de aprendizaje y diversión.

FIN.

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