Las Aventuras Solidarias de Lila y Coco



Era un día soleado en el pequeño pueblo de Arcoiris, donde vivían dos mejores amigas, Lila y Coco. Ellas siempre estaban juntas, explorando el mundo y disfrutando de la naturaleza. Pero un día, algo sucedió que las llevó a una aventura más allá de lo que habían imaginado.

Un rumor comenzó a circular por el pueblo: ¡la biblioteca estaba en peligro de cerrar! La señora Mariposa, la bibliotecaria, había estado cuidando la biblioteca por muchos años, pero no contaba con los recursos necesarios para mantenerla abierta. Lila y Coco, amantes de los libros, ni lo dudaron. Necesitaban hacer algo.

"No podemos dejar que cierren la biblioteca, Coco. Es un lugar especial donde todos pueden soñar", dijo Lila con un brillo en los ojos.

"¡Sí! Vamos a ayudar a la señora Mariposa. Pero, ¿cómo?", respondió Coco pensativa.

Las niñas decidieron organizar un evento de recaudación de fondos. Preguntaron a sus vecinos si podían donar algo que se pudiera vender en una feria. Además, hicieron carteles llenos de colores para invitar a todos.

El día del evento, el parque del pueblo se llenó de gente. Había juegos, música y muchas cosas ricas para comer.

"¡Miren cuántas personas están aquí! Todo el mundo se preocupa por la biblioteca", exclamó Lila emocionada.

"Sí. ¡Esto es increíble! Pero, creo que necesitamos más actividades para recaudar más fondos", sugirió Coco.

Decidieron organizar una competencia de talentos. Niños y adultos se anotaron para demostrar sus habilidades. Había cantantes, bailarines, y hasta un mago llamado Felipe.

"¡Yo quiero hacer una rutina de acrobacias!", dijo Lila mientras hacía una voltereta.

"Y yo puedo tocar la guitarra", agregó Coco, sonriendo.

El evento fue un gran éxito y recaudaron bastante dinero. Pero cuando contaron el total, se dieron cuenta de que no era suficiente para cubrir todos los gastos de la biblioteca. Las amigas se sintieron un poco desanimadas.

"Es verdad que hemos hecho mucho, pero aún no es suficiente. No sé qué más podemos hacer", suspiró Lila.

"Tal vez deberíamos pedir ayuda a otros pueblos", sugirió Coco con un rayo de esperanza.

Así que se pusieron en marcha. Prepararon un autobús lleno de carteles de su causa y viajaron a pueblos aledaños. Lila y Coco visitaron escuelas, plazas y mercados, hablando sobre la importancia de la lectura y la biblioteca. En cada lugar que iban, la gente se entusiasmaba y prometía ayudar.

Al regresar a su pueblo, ya tenían muchas promesas de donaciones. Estaban tan emocionadas que casi no podían esperar para contárselo a la señora Mariposa.

"¡Señora Mariposa! ¡Hemos recorrido otros pueblos y tenemos más dinero para la biblioteca!", gritaron al entrar.

"¿De verdad? ¡Eso es maravilloso!", respondió la señora Mariposa, llenándose de alegría.

Con el dinero recaudado, la biblioteca pudo no solo mantenerse abierta, sino también renovar sus libros y espacios. Al final, Lila y Coco organizaron una gran fiesta de agradecimiento para celebrar con todos los que colaboraron.

"Nunca pensé que podríamos lograr tanto solo por nuestra biblioteca", dijo Lila con una sonrisa.

"Y todo gracias a que no tuvimos miedo de pedir ayuda y trabajar juntos", finalizó Coco, abrazando a su amiga.

Desde entonces, la biblioteca se convirtió en un lugar aún más especial, y las dos amigas aprendieron que, cuando uno se une con otros en espíritu de solidaridad, los sueños pueden convertirse en realidad.

FIN.

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