Las aves valientes


En una ciudad muy lejana, se acercaba la noche de año nuevo y todos los habitantes estaban emocionados por la gran fiesta que se celebraría en el parque.

Los animalitos del lugar también querían ser parte de esa celebración tan especial. Entre ellos, había un grupo de aves formado por Marco, Ral, Jasi, Rumi y Lali. Eran amigos inseparables y siempre disfrutaban juntos de las aventuras que vivían día a día.

Sin embargo, cuando escucharon que en la fiesta habría juegos pirotécnicos, las aves comenzaron a sentir miedo. El ruido fuerte y los colores brillantes les asustaban mucho. No sabían qué hacer para disfrutar de la fiesta sin tener que enfrentarse a sus miedos.

Marco, el más valiente del grupo, decidió buscar una solución para ayudar a sus amigos. Se fue volando hasta lo alto de un árbol donde vivía Don Cachito, el búho más sabio del bosque.

- Don Cachito - dijo Marco con voz temblorosa -, necesitamos tu ayuda. Tenemos mucho miedo de los juegos pirotécnicos en la fiesta de año nuevo. Don Cachito miró a Marco con ternura y le dijo: "No te preocupes pequeño amigo.

Siempre hay una solución para todo". El sabio búho explicó al grupo de aves que podían disfrutar de la fiesta desde un lugar seguro. Les enseñó un hermoso prado cercano al parque donde podrían observar los fuegos artificiales sin correr peligro.

Animados por las palabras del sabio búho, Marco regresó al grupo y les transmitió la gran idea de Don Cachito. Todos estuvieron de acuerdo en que era una excelente opción.

El día de la fiesta, las aves se dirigieron al prado y encontraron un lugar acogedor entre los árboles para disfrutar del espectáculo pirotécnico.

A medida que los juegos comenzaban, el miedo inicial fue desapareciendo y las aves empezaron a maravillarse con los colores y los sonidos que llenaban el cielo. Poco a poco, Marco, Ral, Jasi, Rumi y Lali fueron superando sus temores gracias a la valentía de su amigo Marco y a la sabiduría de Don Cachito.

Se dieron cuenta de que muchas veces es normal tener miedo ante lo desconocido, pero también aprendieron que siempre hay soluciones si buscamos ayuda y confiamos en nosotros mismos. Así, aquella noche de año nuevo se convirtió en un momento especial para las aves.

No solo disfrutaron del hermoso espectáculo pirotécnico desde un lugar seguro, sino que también fortalecieron su amistad y descubrieron que juntos podían superar cualquier obstáculo. Desde aquel día, el grupo de aves se volvió más fuerte y valiente.

Comenzaron a explorar nuevas aventuras sin dejar que el miedo les impidiera vivir plenamente. Y cada vez que recuerdan esa noche de año nuevo tan especial, agradecen haber tenido amigos como Marco y Don Cachito para guiarlos en momentos difíciles.

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