Las bodas de la pulga y el piojo



En un jardín vibrante lleno de flores de colores brillantes, vivían dos curiosos insectos: Pulga y Piojo. Eran muy distintos, pero a pesar de sus diferencias, se querían mucho y decidieron casarse. Pero pronto se dieron cuenta de que sus familias no veían con buenos ojos esta unión. La familia de Pulga era muy tradicional y pensaban que ella debía casarse con un saltamontes, mientras que la familia de Piojo era un poco más moderna, pero no querían que su hijo se casara con alguien de una especie diferente.

Un día, mientras Pulga se preparaba para su boda, Piojo llegó todo preocupado.

"¿Pulga, sabes que nuestras familias no están de acuerdo en que nos casemos?" - dijo Piojo, rasguñándose la cabeza con una patita.

"Sí, lo sé. Pero eso no cambiará mi amor por vos. A veces, tenemos que luchar por lo que queremos" - respondió Pulga con determinación.

Decidieron hacer una reunión familiar. Invitaron a todos los insectos del jardín, desde las mariposas hasta los escarabajos. Pulga estaba nerviosa, pero sabía que tenía que hablar. Comenzó diciendo:

"Queridos amigos y familiares, hoy estamos aquí porque queremos demostrar que el amor puede superar cualquier obstáculo. Yo amo a Piojo y él me ama a mí".

Las familias murmuraron entre sí, y un viejo saltamontes se levantó:

"Pero, Pulga, ¿no ves que son de especies distintas?" - cuestionó.

"¡Es verdad! Pero, ¿acaso el amor tiene especies? Miren cómo nos entendemos, cómo nos cuidamos. ¿No sería maravilloso apoyar esta unión?" - respondió Pulga, con la voz llena de esperanza.

Los insectos comenzaron a recordar momentos en los que ayudaron a otros en el jardín, como cuando el caracol ayudó a la mariquita a cruzar el camino. Un pequeño grupo de luciérnagas comenzó a aplaudir, alentando a Pulga y Piojo.

Entonces, Piojo tomó la palabra:

"Siempre hemos vivido en este jardín juntos, ¿por qué no podemos celebrar el amor de diferentes maneras?"

Finalmente, las familias comenzaron a entender y a ver más allá de las diferencias. Así que decidieron organizar una gran fiesta de bodas por el amor de Pulga y Piojo.

El día de la boda fue mágico. El jardín se llenó de luces de luciérnagas, música de grillos y el aroma de flores frescas. Cuando Pulga y Piojo intercambiaron sus votos, todos se dieron cuenta de que el amor no tiene límites ni fronteras.

Al finalizar la celebración, una de las abuelas saltamontes, muy emocionada, se acercó a la pareja:

"Me he dado cuenta de que el amor no es del todo perfecto y, a veces, tampoco es fácil, pero está claro que ustedes están hechos el uno para el otro. Y eso es lo que importa".

Así, la boda de Pulga y Piojo se convirtió en una lección de amor y aceptación en el jardín. A partir de ese día, todos los insectos aprendieron que la amistad y el amor pueden superar cualquier diferencia. Cada vez que una mariposa volaba, recordaba lo importantes que son la diversidad y la unión, y las familias que antes estaba en desacuerdo comenzaron a aceptar y celebrar más sus diferencias.

Cada años, para conmemorar su unión, se celebra el Festival del Amor en el jardín, donde todos los insectos se reúnen para bailar y reconocer la belleza de la diversidad en sus comunidades.

FIN.

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