Las brujas ganadoras de Halloween



Sara y Alba estaban emocionadas porque se acercaba Halloween, su festividad favorita del año. Decidieron disfrazarse de brujas y salir a recorrer las calles en busca de dulces.

Con sus sombreros puntiagudos y escobas en mano, se veían realmente espeluznantes. - ¡Qué divertido es Halloween! -exclamó Sara mientras tocaba la puerta de una casa decorada con calabazas y telarañas falsas. - Sí, me encanta disfrazarme y asustar a la gente -respondió Alba riendo.

Después de recorrer varias cuadras y llenar sus bolsas con golosinas, vieron un cartel que anunciaba un concurso de patinaje en hielo que se llevaría a cabo esa misma noche en la pista del parque central.

- ¡Vamos a inscribirnos! Será genial mostrar nuestras habilidades sobre el hielo -propuso Sara entusiasmada. - ¡Sí, vamos! Será una noche inolvidable -concordó Alba emocionada por la idea. Las dos amigas corrieron hacia la pista de patinaje, donde ya había muchas personas reunidas para presenciar el concurso.

El ambiente estaba lleno de música animada y luces brillantes que reflejaban en el hielo. Sara y Alba se pusieron sus patines y se prepararon para deslizarse por la pista demostrando sus mejores movimientos.

La competencia era reñida, pero ellas estaban decididas a dar lo mejor de sí mismas. El jurado observaba atentamente cada actuación, evaluando la creatividad, destreza y coordinación de los participantes.

Cuando llegó el turno de Sara y Alba, ambas se miraron con complicidad antes de comenzar su presentación. Con gracia y armonía, las dos amigas empezaron a deslizarse por la pista al ritmo de la música. Realizaban piruetas impresionantes y giros sorprendentes que dejaban al público boquiabierto.

Su actuación era tan espectacular que todos los presentes las ovacionaban con entusiasmo. Finalmente, llegó el momento crucial: el jurado anunció que Sara y Alba eran las ganadoras indiscutibles del concurso.

Las dos amigas saltaron de alegría al escuchar su nombre y recibieron un trofeo como reconocimiento a su talento en el patinaje sobre hielo. - ¡Lo logramos! ¡Somos unas verdaderas brujitas sobre hielo! -exclamó Sara abrazando a Alba emocionada. - Sí, demostramos que juntas podemos lograr cosas increíbles.

¡Qué noche más mágica hemos vivido! -respondió Alba sonriente mientras sostenía orgullosa su trofeo.

Así terminó esta inolvidable aventura para Sara y Alba, dos amigas inseparables cuya complicidad les permitió alcanzar el éxito en medio de risas, diversión e inesperadas sorpresas en una noche especial como Halloween.

FIN.

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