Las campeonas de la suma


Había una vez en un pequeño barrio de Buenos Aires, tres amigas inseparables: Sofía, Valentina y Camila. Ellas eran compañeras de colegio y compartían todo juntas, desde los recreos hasta las tareas más difíciles.

Un día, durante una clase de matemáticas, la maestra anunció que se acercaba una competencia escolar en la que cada equipo debía resolver problemas matemáticos complicados. Las tres amigas decidieron formar un equipo y prepararse juntas para ganar la competencia.

"¡Chicas, tenemos que practicar mucho si queremos ganar!" -dijo Sofía con entusiasmo. "Sí, tenemos que ayudarnos entre nosotras y ser un gran equipo" -agregó Valentina. "¡Vamos a demostrar que juntas podemos lograr cualquier cosa!" -exclamó Camila emocionada.

Durante semanas, las tres amigas se reunieron después de clases para estudiar y resolver problemas matemáticos. Se apoyaban mutuamente cuando alguna no entendía algo y celebraban cada pequeño avance que lograban juntas. Finalmente llegó el día de la competencia.

El equipo conformado por Sofía, Valentina y Camila estaba nervioso pero confiado en su preparación. A medida que iban resolviendo los problemas uno tras otro, su confianza crecía y su trabajo en equipo daba sus frutos.

Al finalizar la competencia, el resultado fue anunciado: ¡El equipo conformado por Sofía, Valentina y Camila había ganado el primer lugar! Las tres amigas se abrazaron emocionadas y felices por su logro. "¡Lo logramos chicas! ¡Somos imparables cuando trabajamos juntas!" -exclamó Valentina emocionada.

"Sí, demostramos que con esfuerzo y apoyo mutuo podemos alcanzar cualquier meta" -añadió Sofía orgullosa. "Gracias por ser las mejores amigas y compañeras de equipo del mundo" -dijo Camila con una sonrisa radiante.

Desde ese día en adelante, Sofía, Valentina y Camila siguieron siendo inseparables. Comprendieron que con trabajo duro, apoyo mutuo y confianza en ellas mismas podían superar cualquier desafío que se les presentara.

Y así continuaron viviendo aventuras juntas mientras crecían sabiendo que tenían a sus verdaderas amigas siempre a su lado.

Dirección del Cuentito copiada!