Las cinco primas y el secreto del bosque encantado



Había una vez cuatro hermanitas muy unidas: Isabella, Emma, Constanza y Aurora. Ellas vivían en una casa rodeada de árboles frondosos y flores de todos los colores.

Un día llegó su prima mayor Belén a visitarlas, y las niñas estaban emocionadas por pasar tiempo juntas. Belén era muy creativa y siempre tenía ideas divertidas para jugar. Las cinco primas decidieron explorar el bosque que había detrás de la casa.

Mientras caminaban entre los árboles, Aurora exclamó emocionada: "¡Miren ese arco iris que se formó con la lluvia!". Las demás niñas se detuvieron a mirar maravilladas el espectáculo de colores en el cielo.

"¿Qué les parece si jugamos a encontrar tesoros escondidos por los duendes del bosque?", propuso Belén con entusiasmo. Las niñas asintieron emocionadas y comenzaron a buscar entre las ramas caídas y las piedras del camino.

Isabella encontró una hoja brillante que parecía tener polvo de hada, Emma descubrió una flor extraña con pétalos plateados, Constanza halló una pluma de colores vibrantes y Aurora encontró una piedra redonda con destellos dorados.

"¡Son tesoros mágicos! ¡Los duendes nos premiaron por ser tan buenas buscadoras!", exclamaron las niñas felices mientras guardaban sus hallazgos en pequeñas bolsitas. De repente, escucharon un sonido suave proveniente de un arbusto cercano. Al acercarse con cuidado, descubrieron a un pajarito herido que no podía volar.

Las niñas sintieron mucha tristeza al ver al animalito indefenso. "¡Debemos ayudarlo! ¿Qué podemos hacer?", preguntó preocupada Isabella. Belén sugirió llevar al pajarito a casa para curarlo con cuidado.

Las niñas prepararon un nido con algodón suave en una caja calentita e hicieron todo lo posible para cuidar al ave herida. Pasaron horas dándole agua y comida hasta que finalmente el pajarito recuperó fuerzas y pudo volar nuevamente hacia el cielo azul.

"¡Lo logramos! ¡Salvamos al pajarito gracias a trabajar juntas!", exclamaron las niñas abrazándose emocionadas. Esa tarde, las cinco primas regresaron al bosque para despedir al pajarito curado y vieron cómo se alejaba volando libremente hacia nuevas aventuras.

Se prometieron seguir siendo amigas inseparables y recordar siempre la importancia de ayudar a quienes lo necesitan.

Desde entonces, cada vez que veían un arco iris en el cielo recordaban aquel día mágico en el bosque donde encontraron tesoros especiales y aprendieron sobre la importancia de la solidaridad y el trabajo en equipo.

FIN.

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