Las cinco valientes

Había una vez en un pequeño pueblo cinco niñas muy traviesas y alegres: Sofía, Valentina, Martina, Camila y Lucía. Ellas eran inseparables y les encantaba jugar juntas todos los días después de la escuela.

Un atardecer, mientras jugaban en el parque como de costumbre, algo inesperado sucedió. Lucía tropezó y se lastimó la pierna. Las otras cuatro niñas corrieron hacia ella preocupadas al verla llorar de dolor.

"¡Lucía, ¿estás bien? ! ¡Vamos a llevarte a casa para que tu mamá te cure!", exclamó Sofía angustiada. Las cinco amigas caminaron lentamente hacia la casa de Lucía. En el camino, todas estaban muy calladas y tristes por lo que le había pasado a su amiga.

Cuando llegaron, la mamá de Lucía las recibió con cariño y rápidamente curó su herida. "¡Gracias chicas por estar tan pendientes de mí! Estoy mejor ahora", dijo Lucía con una sonrisa tímida.

Las otras niñas suspiraron aliviadas al ver que su amiga estaba bien. Sin embargo, notaron que Lucía estaba un poco apagada y pensativa desde ese día. Decidieron hacer algo especial para animarla.

Al día siguiente, organizaron una fiesta sorpresa en el parque para celebrar que Lucía ya podía caminar sin problemas. Decoraron el lugar con globos de colores y prepararon sus juegos favoritos. Cuando llegó el momento de sorprender a Lucía, todas saltaron emocionadas frente a ella.

"¡Feliz recuperación, querida amiga! ¡Te queremos mucho!", dijeron todas al unísono. La carita de Lucía se iluminó con una gran sonrisa al ver todo lo que habían preparado para ella. Jugaron juntas durante horas hasta que el sol comenzó a esconderse en el horizonte.

Esa noche, cuando cada una fue a dormir en su casa, recordaron lo importante que era estar allí siempre unas para las otras en los momentos difíciles.

Aprendieron que la verdadera amistad va más allá del juego y la diversión; implica cuidarse mutuamente y estar presentes cuando uno más lo necesita. Desde entonces, las cinco niñas se volvieron aún más unidas y comprensivas entre sí.

Y cada vez que recordaban aquella fiesta sorpresa en el parque, sabían que juntas podían superar cualquier obstáculo que se interpusiera en su camino porque tenían algo poderoso: la magia de la verdadera amistad.