Las Cuatro Causas del Bosque Mágico



Había una vez en un bosque mágico, un pequeño ciervo llamado Lalo. Era un ciervo curioso que siempre se preguntaba cómo funcionaban las cosas a su alrededor. Un día, mientras paseaba, se encontró con su amiga la tortuga Tina.

"¡Hola, Lalo! ¿Por qué tan pensativo?" - preguntó Tina.

"Hola, Tina. Estoy pensando en cómo las cosas de este bosque son como son. ¿Alguna vez te preguntaste por qué?" - respondió Lalo.

"Sí, pero a veces me pierdo en mis pensamientos. ¡Vamos a buscar respuestas!" - propuso Tina.

Los dos amigos decidieron visitar al viejo búho Sabio, que vivía en la parte más alta de un árbol gigante. Sabían que él tenía muchas historias y conocimientos. Cuando llegaron, el búho estaba descansando con los ojos medio cerrados.

"¡Hola, amigo Búho!" - saludó Lalo.

"Hola, jóvenes. ¿Qué los trae por aquí?" - preguntó Sabio, abriendo un ojo.

"Queremos entender por qué las cosas son como son en este bosque. ¿Nos puedes ayudar?" - pidió Tina, emocionada.

El búho sonrió y dijo:

"Claro que sí. Hablemos sobre las causas. En este bosque, todo tiene cuatro causas que nos explican su existencia. ¡Vamos a explorar!"

Primero, los tres encontraron una hermosa flor.

"Esta flor tiene una Causa Material, que es lo que está hecha. La tierra y los nutrientes la ayudan a crecer" - explicó el búho.

"¡Claro! Sin tierra no habría flor" - dijo Lalo con una sonrisa.

Luego, caminaron un poco más y vieron a un río fluyendo.

"Aquí tenemos la Causa Formal, que es la forma que tiene el río. Sin sus curvas y su cauce, no podríamos llamarlo un río. Se vería diferente" - dijo el búho, moviendo sus alas de un lado a otro.

"¡Eso es fascinante!" - exclamó Tina.

Después, llegaron a un grupo de pájaros construyendo un nido.

"Estos pájaros tienen una Causa Eficiente. Son ellos mismos quienes hacen el nido con ramitas y hojas" - explicó Sabio.

"Entonces, los pájaros son los que dan vida a su hogar. ¡Qué grandioso!" - dijo Lalo.

Por último, llegaron a un arroyo donde los animales venían a beber agua.

"Aquí encontramos la Causa Final. El agua está aquí para que los animales se hidraten, es su propósito" - dijo el búho.

"Es como si todo tuviera un motivo, como cuando yo tengo hambre y necesito buscar comida" - reflexionó Tina.

Pero de repente, se escuchó un gran deslizamiento de piedras. Una roca enorme cayó cerca de ellos, asustando a todos.

"¡Rápido, escondámonos!" - gritó Lalo.

"¡Trabaja el corazón, no el miedo!" - dijo el búho, mientras guiaba a los amigos hacia un lugar seguro.

Una vez que se calmaron, Lalo miró al búho con preocupación.

"¿Y si esa roca no tiene causas como las cosas del bosque?"

"Todo en el universo tiene causas, Lalo, incluso las cosas que parecen inesperadas. Cada suceso, cada acción tiene su razón de ser" - le explicó el búho.

"Pero, ¿por qué sucedió esto?" - preguntó Tina con curiosidad.

"Eso es un ejemplo de la Causa que aún no entendemos. A veces, hay eventos que no podemos explicar de inmediato, pero eso no significa que no tengan un propósito o una razón" - dijo Sabio, organizando sus plumas.

Los amigos reflexionaron sobre lo ocurrido y se sintieron más seguros.

"Vamos, sigamos descubriendo más sobre el bosque. ¡Quiero ver qué otra cosa nos enseñará!" - dijo Lalo emocionado.

"Yo también, porque ahora entiendo que el mundo está lleno de misterios y razones" - añadió Tina.

Así, Lalo y Tina continuaron sus aventuras en el bosque, aprendiendo que todo a su alrededor tenía una historia y un porqué, llenando sus corazones de curiosidad y conocimiento.

Y así, el pequeño ciervo y la tortuga sabias comprendieron la importancia de las causas de un ente y cómo toda parte del bosque, y de la vida, estaba conectada en una gran red de significados y propósitos. Y cada día que pasaba, sus preguntas se volvieron más profundas y sus corazones más valientes.

Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.

FIN.

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