Las docentes que amaban bailar
En una pequeña ciudad en Argentina, vivían tres docentes llamadas Cristina, Solange y Susana. Eran amigas desde la infancia y compartían una gran pasión: el baile. No importaba dónde se encontraran, si escuchaban música, sus pies comenzaban a moverse al ritmo de la melodía. Cada viernes, después de la escuela, se reunían en el parque para bailar y celebrar la semana.
Un día, la directora de la escuela, la estricta Sra. Mendoza, les dijo que no podían bailar en el parque. "Las docentes deben mantener una imagen seria y profesional en todo momento", les advirtió. Las tres amigas se sintieron muy tristes al escuchar esto, pero no podían ignorar su pasión por el baile.
Decidieron buscar una solución. "¿Y si creamos nuestro propio club de baile?", sugería Solange. Cristina y Susana asintieron emocionadas. Así que al día siguiente, después de la escuela, transformaron el aula de arte en un salón de baile. Colocaron luces de colores, pusieron música alegre y comenzaron a practicar diversos estilos de baile.
Pronto, otros profesores se acercaron para ver qué era todo ese alboroto. Al principio, la Sra. Mendoza parecía molesta, pero al ver la alegría y camaradería que el baile traía a la escuela, algo en su corazón comenzó a cambiar. Decidió unirse a la diversión y bailar con el grupo.
La noticia de este club de baile se extendió por toda la ciudad, y pronto padres, estudiantes y otros profesores se unieron a las clases. El aula de arte se convirtió en el lugar más animado de la escuela. El baile no solo trajo alegría, sino que también unió a la comunidad escolar de una manera especial.
Desde ese día, las docentes bailarinas y la estricta directora se convirtieron en las estrellas de la escuela, demostrando que no hay nada de malo en mostrar pasión y alegría, incluso en un entorno educativo. Y así, Cristina, Solange y Susana continuaron bailando, inspirando a todos a seguir sus pasiones y disfrutar de la vida al máximo.
FIN.